La infancia
no es más que la ausencia
de montones de momentos.
En su brevedad
habita el asombro sin frontera,
la verdad pura:
vendaval de inocencia,
intacto y vulnerable
libro abierto
a la tinta verde de los días,
Infancia es tiempo verbal
incompleto:
presentes de futuros y
futuros perfectos…
-anfitriona de sueños, algarabía y deseo-.
Es caricia que siempre se recuerda,
beso de agua de la fuente del parque,
sabor a miel de los higos primeros…
Zarza incombustible de la vida,
que no precisa nada
para alimentar su fuego.
Ana Mª Tomás Olivares
Dama Literatura 2009
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