Lola Corquete, la brava fundadora de aquella “Asociación Feminista Radical”, era una mujer con una inteligencia y un tesón dignos de elogio. Desde que empezó sus estudios de medicina, tenía en la cabeza la especialidad que deseaba ejercer, pero a pesar de sus brillantes estudios, tal especialidad siempre se le resistió. Sus padres le aconsejaban que escogiera otra, pero ella se resistía.
?Mujer, ¿por qué no quieres ser médica de niños? —le decía su madre.
?Pues donde estén pulmón y corazón que se quiten todas las demás especialidades; eso sí que es una cosa seria ?le aconsejaba su padre.
Pero ella, tenía una vocación bien arraigada y no les hacía caso.
Al final, tras largos años de intentos frustrados, le llegaron los éxitos universitarios y laborales, pero en otra especialidad, y tuvo que conformarse con la dirección del departamento de Neurocirugía, del mejor centro hospitalario del país, sin embargo, no logró llevar a término la que siempre fue su vocación.
Aún hoy día, la feroz feminista, siente una decepción cuando pasa por delante de departamento de Urología, y una sensación entre encono y envidia, al leer el letrero indicador de: “Sección de Vasectomías”.
José María Araus
Una vida resumida en cuatro renglones. Un ejercicio interesante de concreci
Lola…
Buen
Qu