La más pequeña. Por Brujapiruja

Siempre quería ser “la más pequeña” y su palabra favorita era “mama”.
Le partieron el corazón titubeando sus primeros pasos y se quedó tan famélico de afecto tantos y tantos años que aceptó como irremediable la andadura en solitario por el camino inhóspito de la decepción y el desamparo. Cumplió las mormas y nunca supo pedir aunque siempre esperaba incrédula y desesperanzada.
Hacia tiempo que dejó a un lado las palabras porque no quería formar parte de esta brutal mentira que es el juego de la vida y se refugiaba en esa altivez distante e intima, digna y protectora, que hacia difícil apreciar su verdadero sentir, tan refulgente, infantil, intenso y dulce como el brillo de su mirada. Solo esos profundos ojos mostraban rabia, picardía, enfado, pena, perdón y amores sin disimulo. Ellos eran el único camino posible para entender el alarido intenso de su tristeza o el regocijo afable de su alegría, pero… ¿Quién escucha una mirada?…

Descansa en paz pequeña mía.

Brujapiruja

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5 comentarios

  1. Se nos van, pero se quedan. Nunca parten del todo porque seguiremos oliendo sus sonrisas, viendo sus caricias, escuchando sus miradas. Y ellas tambi

  2. De todo lo que fue nada se pierde:
    del seno de lo eterno que se oculta
    viene a la viva luz de lo visible,
    y regresa a lo eterno de su origen.

    Lo que existi

  3. Te comprendo perfectamente. Cuando muri

  4. Gracias Felix, siempre tan atento. 🙂

  5. Que bonitas palabras

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