Laberinto. Por Juan A Galisteo Luque

Cuando pienso que las huellas
pertenecen al camino,
y observo que tras los pasos
solo hay principio y final,
me doy cuenta lo que somos,
una sombra del destino,
que nace, que crece y muere
con el tiempo, ¡nada más!
Cuando pienso que los hechos
pertenecen a la historia,
tantas veces repetida
ante tanta sinrazón,
me entristece que el olvido
se interponga a la memoria,
desdeñando esos errores
que ya causan confusión.
Todo queda en el recuerdo
para un fiel conocimiento,
y siempre existe el momento
de intentar reflexionar;
sin embargo las ideas
que surgen del pensamiento,
nos conducen y nos llevan
al mismo juego de azar.
No pensemos que otros deben
de tomar las decisiones,
aquí nadie es infalible,
somos espada y cartón,
y ante el ingenio creado
de promesas e intenciones,
solo existe un laberinto
de dudas e incomprensión.
Que nadie imponga su instinto
ante la razón vigente,
y que esa fuerza imponente
no nos impida avanzar;
de qué sirve tanta argucia
y tanto engaño elocuente,
cuando ya existe un motivo
que es vivir y caminar.
Como dijera un poeta,
¡que nadie esconda la mano!
dale una copa a tu hermano
y bebe después con él;
no hay que sembrar la discordia
con malas artes, ni en vano,
que después queda el insano
y cruel sabor de la hiel.
——


Juan A Galisteo Luque
Blog del autor
Del poemario: Versos de luz y de sombras.

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