Para todos los que también son todas y qué, en muchas ocasiones, somos nosotros y aquellos y, al final de la esquina, también ellas…
Para todos los que viven(vivimos) hasta doblarnos de sentir y que aún, con las vértebras chupando el suelo, seguimos implorando más y más.
Nunca menos.
Para los que leen este poema y luego piensan en alguno de sus gritos o en sus comas, en sus esquinas o en sus restos de saliva formando charcos sobre el cuello.
Para los que usan mis poemas para desenredarse el alma y el pelo.
Para ti y para mi, que bailamos enfebrecidos por no perder lo que aún calienta nuestro ombligo y nuestro verbo.
Y para la piel,
a veces tan asesina…
Los que no exigen su alimento
siempre se morirán de hambre.
Respirar,
inhalar,
absorber,
atrapar,
lamer,
mirar…
Estrujar tus
huesos
mientras duermes.
Tocar,
explorar,
insistir,
moldear,
vivir,
apretar,
amar…
Viajar dentro de
tu boca.
Arañar,
gatear,
morder,
esperar,
chupar,
escuchar…
Gritarte
(cada día y cada noche)
que vuelvas.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Blog de la autora
!Brava, Yolanda! Es precioso
Un besuco.