Mi hija, vale por muchas hijas,
por muchos hijos.
Vale mucho más que todas las mujeres
que me amaron o me amarán.
Vale mucho más que yo en mi ostracismo
o en la cumbre del mundo,
cuando las noches eran interminables
en la grande manzana.
Mi hija no entiende lo que escribo,
pues no hablamos el mismo idioma,
mas nos entendemos en un tercero.
Un día no muy lejano comprenderá mis letras,
al descubrir la lengua de Cervantes.
Mientras tanto yo le escribo,
aunque no pueda leerme ahora.
Iben Xavier
Muchisimas gracias, LUISA, por publicar mis tonterias!!
Besos – IBEN