Resultados de búsqueda por: Juana Cortés Amunarriz

El complejo del hombre diminuto. Por Juana Cortés Amunarriz

En tu dobladillo. Vivir dentro de ese dobladillo, junto a la arena que ha depositado el viento de mil tardes. Vivir pegado a tus muslos que susurran cuando caminas -te espero, dice el vello fino, casi imperceptible-. Vivir en tus medias, entre los pliegues de tu cuerpo -ser humedad en tu ombligo, nacida del calor de la licra-. Vivir en tus zapatos, o en el tirante de tu sujetador blanco, o en las horquillas que sujetan tus rizos. Vivir en tus botones esperando morir aplastado entre tus dedos. ?? Juana Cortés Amunarriz Blog de la autora Leer más

¿Recuerdas?. Por Juana Cortés Amunarriz

El ansia. Mordiscos de supervivencia. La vida era una larga noche sonora, una anguila de luces plateadas enredada en tus tobillos. ¿Recuerdas la ginebra que compartíamos? Había sexo en los portales. Amor en los buzones. Había sonrisas hechas de polvo blanco. Y miedo –algunos no volvieron-. ¿Qué queda de todo ello? Fuimos estrellas fugaces pero el sentido común aplastó la rebelión prevista. ¿Recuerdas? El arrojo. La vida era una carretera. Un coche. La vida era darnos la mano y fumar despacio. Los dedos. El humo. ¿Recuerdas? El humo rizando tus cabellos. Tus labios de nicotina. ?? Blog de la autora Leer más

TIC TAC Por Juana Cortés Amunarriz

Tic, tac, tic, tac . Te voy buscando, te voy buscando. Y tú, tonta, sin saberlo. Y tú jugando con fuego. Con fuego, con fuego. Te dije que no lo hicieras. Tic, tac, tic, tac. No te escondas, niña mala. No te finjas niña buena. Tic, tac, tic, tac. Te estoy buscando, te estoy buscando. Llegó la hora del castigo. No habrá perdón, ignoraré tu llanto. Tic, tac, tic, tac. Te estoy buscando, te estoy buscando. Y he descubierto ya tus zapatitos blancos. Tan blancos, tan blancos, tras la cortina hueca. Tic, tac, tic, tac. El aire dibuja tu pequeño… Leer más

Dientes. Por Juana Cortés Amunarriz

Cada vez que a Mary Jean se le caía un diente, lo plantaba en aquella maceta pequeñita, la de color naranja. Regaba la tierra Mary Jean, la tierra santa pero estéril, que no daba árbol de dientes. Estás tonta, Mary Jean, tonta del culo. ¿Qué coño de planta crees que ese esa? Mary Jean anciana abría su boca vacía, desdentada, agujero húmedo del que brotaban las palabras. La planta de la esperanza, contestaba. Y ahora era ella la que miraba a los demás con gran desprecio. Juana Cortés Amunarriz Blog de la autora Leer más

Palabras. Por Juana Cortés Amunarriz

Estás enferma, dijiste. Y algo de razón tenías. Sí, no te fallaba el instinto. La razón se me había nublado, más que eso, estaba inmersa en una niebla densa y el corazón se me había descarrilado como un tren de mercancías. Me dolían las cervicales y hasta las uñas, pero el médico dijo que era angustia y me mandó unas pastillitas que hacían que me sintiera como una pompa de jabón a punto de chocar contra una moldura. Sólo ha sido una aventura, dijiste. Un error. ¿Qué tipo de error? ¿Se trataba de un error fatal o superficial? ¿Era un… Leer más