Las Madres que duelen. Por Ángeles Morales

Irina=
Nada.
Por más que lo intento permanezco fría, como una pescadilla recién arrancada de las aguas.
Mientras, ella se agita, con los párpados a medio cerrar, ocultando unos ojos que ya no están, que miran el interior de su alma muerta.
Nada.
Quiero sentir lástima y no hago sino reírme muy quedo, encerrando la desvergüenza en mi garganta donde la impostura me acaricia con dedos viscosos, como de monstruo centenario.
Nada
Me hago el firme propósito de amarla y acaba por conquistarme un odio que conozco, que se viste de azul para las ocasiones como éstas, tan funestas, tan celebradas por otros.
Nada
Ella continúa convulsionándose y yo me agito de impaciencia, mirando todos los relojes ciegos que se detienen en muñecas anchas, como la de ella y que ahora contemplo con mayor claridad cuando sus brazos intentan dibujar en el aire un abrazo que de inmediato se estrella contra las baldosas sucias del suelo.
Nada
La miro y me reconozco su enemiga. Y quiero marcharme dejándola sola, con aquella desconocida que la asiste solícita, vestida de médico, y que me dice en silencio: “Qué hija de puta”. Sí, eso es exactamente lo que disparan sus ojos claros y calmos.
Nada
Esbozo una sonrisa que se hiela en mis labios rojos y espero a que la representación finalice.
La boca de ella tiembla, sacudida por todos los episodios terribles de ayer. Parece querer pedirme perdón, pero yo finjo no entender su lenguaje disparatado y la miro extrañada, con el ceño fruncido, encarcelando la cabeza en mis hombros desde donde contemplo la caída del telón.
Nada.
No hay aplausos, ni ramos de flores marchitas.
Ella se incorpora y me mira. Mis ojos rehuyen los suyos y chasqueo la lengua en un intento de quitarle importancia a la vida. Y salimos juntas, y hablamos atropelladamente, cada una encerrada en su propia soledad, dos idiotas participando en un duelo inútil.
Nada
En el bar más próximo, ella pide un bocadillo.
Yo la observo comer.
Su boca chiquita se abre desmesuradamente para atrapar un trozo de carne que se escapa de un pan blanco, grasiento. Se me antoja de pronto un animal recién parido. Y algo parecido a la ternura comienza a merodear por el interior de mi estómago vacío. La espanto de un manotazo que sin querer acabo de propinar a la mesa. Ella sonríe, dulcemente. Siempre sonríe cuando ingiere carne muerta.
Nada
No se sacia de nada.
Bebe coca-cola a grandes sorbos, con un brazo en cabestrillo, herida de irracionalidad.
La punta de su zapato roza accidentalmente mi pierna y yo me enervo en el asiento mientras no dejo de mirar el bocadillo abandonado sobre la bandeja. En silencio, me dejo acariciar por el fin que no vendrá.
Nada.
Llegan en tropel mujeres hambrientas que ignoran con exquisitez los lazos que las unen.
Se sientan junto a nosotras. Ella las reconoce. Lucen brazos en cabestrillo y abren sus bocas chiquitas en presencia de unas hijas que nunca están.
Nada
Hurgo en mis bolsillos y no hallo más que un abismo en billetes de cinco.
Los deposito sobre la mesa y ella los plancha con sus manos amplias, de campo estéril. Después saca de su cartera un fajo que me extiende a escondidas, con la complicidad de una asesina. Yo me dejo matar de indiferencia.
Un ruido salido de dentro zumba en mis oídos insistentemente. Es la voz callada de la mujer solícita vestida de médico que repite como en un credo “Qué hija de puta”

Ángeles Morales

Nunca más. Por Cristina Flantains

Arcoiris-Lamentira
Jamás entendería aquel juego, lo supo desde el primer momento, pero no le importó y se concentro intensamente en las cartas marcadas. Porqué aceptó la partida, ni él mismo lo sabe, quizás porque a todos nosgusta oír como nos dicen `te quiero´. No tardó mucho en aprender a interpretar cada una de sus señales y jugó como pudo con un único adversario. Se jugaban la codicia, las dudas, amor de supermercado en bolsas de papel reciclado. A la luz de una mentira, y sobre un tapete color verde esperanza con forma de corazón, jugaron mano tras mano sin pausa hasta que salió el sol. Tardó más de dos años en amanecer.La luz. La luz de aquel amanecer fue como el suspiro de un niño que duerme.
Nunca a nadie le habló de los rigores de aquella partida, y desde entonces a esa luz blanquecina que se regala cada día a sus ojos a primera hora de la mañana, le suplica el olvido y el silencio. El silencio que solo existe en la imaginación de los hombres que como este, tiene cosas para olvidar.


Blog Cristina Flantains

La señora de la biblioteca. Por Marita

Dibujo con lentes=
En algún minuto perdió la cabeza, por eso ahora no le importa perder la cartera, la billetera, algunos pesos o hasta la chaqueta, los zapatos…

Un niño de cuarto básico le pregunta si tiene «Ventanas» de Poldy Bird, ella responde que a su edad deberían leer cosas más inteligentes, pero que está en el segundo estante a la derecha, debajo de «Obras Completas» de Eduardo Barrios, el cual ha luchado por mantener aunque ya nadie sepa ni que existe.

El niño sale por la puerta que da al patiecito y se pone a leer contento y orgulloso.

«¿Será gay?», se pregunta la Señora de la Biblioteca.

Continúa mirando de qué manera el niño se divierte con el librito y no se imagina cómo pudo cambiar tanto la educación. En cuarto básico, ella, por su cuenta, leía El Quijote. Sus compañeras se entretenían con lo mismo o leían novelas de amor.

E ntra Jacinta, quien se hace llamar Ayudante de la Señora de la Biblioteca, doradita por el sol del fin de semana. La Señora de la biblioteca le pregunta cómo lo pasó con sus compañeros en el campo y la niña le cuenta durante los veinte minutos del recreo todo lo que pasó ese día. Al sonar el timbre, Jacinta parte corriendo y la Señora de la Biblioteca le recuerda que en el próximo recreo le cuente cómo le fue el fin de semana.

«¡Pero si ya le conté, tía!» Responde la niña, ignorando que la Señora de la Biblioteca olvida inmediatamente lo que se le ha dicho. Probablemente, ni lo escuche…

Revisa su correo electrónoico y se encuentra con un montón de «cadenas» que en el asunto ponen «no romper». No rompe ninguna, nunca, obediente a cada mensaje, responde y reenvía como se ordena.

Entra el profesor con el sexto y preparan el «data show» para la disertación de Felipe y Tomás. Al final, los niños obtienen un c inco; la Señora de la Biblioteca les habría regalado un tres coma cinco. «Mediocre», piensa ella, en su época, con nada de tecnología, lo habrían hecho mucho mejor. En la época de sus hijos, con diapositivas, que era lo máximo en modernidad, las disertaciones eran más aprovechables y comprensibles.

Claro que Sergio, el director, opina lo contrario. Hay que sacarle el mayor provecho a los avances tecnológicos para que los niños aprendan y, mediante la visión, no olviden fácilmente lo adquirido.

Suena el timbre para el almuerzo. Empezará el desfile de «padres y apoderados» a llevarle comida a sus tesoritos. Los más chiquitos se van, pero los mayores almuerzan y se enfrentan a una pequeña pero agotadora segunda jornada de clases.

Al fondo del patio grande, Rafael, y su infaltable guitarra hacen explotar el colegio con su música. La señora de la Biblioteca lo admira. Lo que más admira, en realidad, es la fervorosi dad religiosa con que Soledad lo observa cada día desde un oscuro rincón de la casita de muñecas abandonada, llena de arañas, seguramente.

Rafael nunca la ve, parece absorto en sus «fans», pero este día han ido pocos a verlo cantar y ella se ha atrevido a asomar la cabeza, justo por sobre los ojos, ni un centímetro más, y Rafael la descubre.

La niña huye y se esconde detrás del escritorio de la Señora de la Biblioteca. Pero Rafael ya la vio y eso es lo que vale.

La señora de la biblioteca ha visto todo y recuerda cuando a ella le cantaron una serenata, la única de su vida, bajo la ventana. Cuando su padre escuchó la música y los cantos, les echó agua con vinagre a los adolescentes, y nunca más nadie se atrevió a asomarse ni a la reja de su casa. Por eso, tuvo que casarse mayorcita, cuando el padre ya estaba prácticamente senil.

No se ha dado cuenta del correr del día cuando ve hac ia afuera, por la ventana que da a la calle, cómo se aleja Rafael con Soledad de la mano. Se pregunta si, como mujer, debería advertirle a la pobre niña lesa el riesgo que corre, será engañada, perderá la virginidad y la olvidarán. Así es Rafael, pero la niña no sabe, no sabe nada, ni sabe lo que le tocará vivir. La Señora de la Bibioteca ha optado por mantenerse al margen y que Soledad aprenda solita. Así como ella, y sus primas y sus hijas y sus sobrinas y, seguramente, sus nietas.

La Señora de la Bibilioteca sale a la calle y decide caminar hasta su casa. Son varios kilómetros, pero hoy tiene ganas de pensar y la tarde está rica.

Entre padres, profesores y otros, son cinco quienes le ofrecen llevarla, pero agradece con una sonrisa, su eterna sonrisa sin abrir la boca. Sólo sonríen los labios.

Quiere encender un cigarro, vale la pena ech ar humito en esta agradable caminata y se da cuenta que ha dejado la cartera, nuevamente, en el colegio.


Marita

El sueño de Roberto. Por Marita.

Madre e hijo en Birmania=
Las horas pasan y Roberto no puede quedarse dormido. Entre la rabia que esto le provoca y el obligarse a dormir, pierde más tiempo y el reloj no deja de avanzar. Su nerviosismo aumenta cuando se acuerda de la gran cantidad de tareas que dejó acumular para el día siguiente, día en el que ya estaba, puesto que pasaban de las tres de la mañana.
No quería tomarse su pastillita mágica, que lo tumbaría de una vez. Si lo hacía, no podría levantarse hasta casi el medio día y no le convenía. Prefería empezar el día fresco y temprano.
Pero era invevitable dejar de pensar en aquel rostro, mientras más deseaba dormir, más lo atormentaba el recuerdo. Era sólo una cara, nada más que una cara, sin embargo, creía nunca haber visto unos ojos más claros y una sonrisa más hermosa.
Estando en el café de cada día, sentado en una de las mesitas de la vereda, como siempre, se le cruza la mirada con esta mujer. E l viento la convertía en ángel, el pelo se le volaba junto con la túnica. El Sol, a su espalda, producía un efecto demoníaco en sus ojos azules, ante el cual Roberto quedó prácticamente petrificado.
Pero no era más que un rostro.
Y así caminaba la mujer, sin darse cuenta del desastre que dejaba a su paso. Y si lo notaba, lo ignoraba, porque para ella era un clímax saberse y sentirse la razón de este tipo de alborotos.
Sin saber cómo, Roberto se vio compartiendo su casa con la mujer.
Al fin podría disfrutar de los placeres carnales que prometían esos ojos. Tampoco se dio cuenta cómo se vio despojado de todo, sin haber podido alguna vez siquiera tocarle un pelo, ni la mano…
Le entregó su vida, su amor y, lo que es peor, el alma. Para recibir a cambio el mayor de los desprecios y el abandono absoluto.
Es que no era más que un rostro.
Y ahora, recordando su tragedia, en la cama y solo, busca consue lo entre las sábanas, para quedar con un amargo gusto a decepción e insatisfacción.
¿Y si se toma la pastillita? No, defintivamente no, mañana sería un largo día. Prefiere recurrir a los sabidos efectos de la leche tibia con azúcar. Ahora que la mujer no estaba, era libre de tomarla por cantidades si quisiera.
De vuelta en la cama, la rabia y la pena se mezclan en su frente dejando caer gruesas lágrimas que bajan por su cuello, cuello que lloraba por sentir los labios de la mujer y nunca fue.
Se resigna a que esta noche no podrá dormir y sale a mirar las estrellas, ya no había luna, era casi el amanecer. Le parece verla, los astros dibujan su perfil en cada trozo de cielo. La cordillera le recuerda sus pechos, sus muslos, sus caderas, en las que Roberto hubiera querido posar sus dedos, aunque fuera…
Por más que piensa y piensa en cómo él, nada menos que él, pudo ser tan ingenuo y dejarse embaucar por la aparentemente fogosa mujer, no encuentra respuesta, simplemente reconoce que se cegó ante esos ojos.
¿Cómo no haberse dado cuenta antes? Algún signo, algo que le hiciera adivinar los planes de la maldita.
Se viste y sale con una flor en la mano y una botella en la otra. En la playa, lanza la botella con la flor dentro y reza un Ave María por el alma de la suicida.


Marita

CORTAZAR Y BORGES CHARLAN EN PLENO IRC. Por Pablo Serrano Almunia.

Trebol
cortazar24> imagina q logras tejer una cuerda de arena y la coges…q
pasaría?
JLBorges> pues
JLBorges> creo que todo lo conocido desapareceria
cortazar24> todo lo conocido?
JLBorges> si
cortazar24> explicate
JLBorges> es una cosa demasiado terrible como para que el mundo siga su curso, creo que las cosas que conocemos desaparecerían o se desmoronarían,
nuestro mundo se basa en el precepto que dice que eso que decis es
imposible. Al ser posible, todo desaparecera.
cortazar24> no no, he dixo imagina…es solo un acto de fe
JLBorges> pues
JLBorges> si la puediera agarrar
JLBorges> creo que todos los terrores serian ciertos
cortazar24> te sigo y t pierdo…yo esperaba una respuesta del tipo: se
desharia, y yo decirte q eso pasa con mis escritos
JLBorges> imagino si la pudiera agarrar
JLBorges> si la pudiera agarrar
JLBorges> pasaria eso
JLBorges> segun yo
cortazar24> d veras crees q basta con la incursion d una fantasia para
desmoronar el universo? como pasa con Tlon?
JLBorges> yo creo que si
cortazar24> y porque no crear nuevos preceptos, es decir, la fisica cuantica
y la antimateria van en ese sentido, casi parecen universos paralelos
cortazar24> paralelos al nuestro
cortazar24> t perdiste ya?
JLBorges> no, estoy pensando
cortazar24> ok
JLBorges> creo que las leyes basicas del mundo amparan ciertas cosas que con
un solo movimiento se quebrantan
JLBorges> mas alla de los adelantos relativos
cortazar24> querria prolongar esta conversacion hasta el infinito, como
quiere borges en el relato dialogo sobre un dialogo, lo conocés?
JLBorges> jajajajaj si
JLBorges> y suicidarnos?
cortazar24> es enorme el final
cortazar24> pero no creo que nos resolvieramos
JLBorges> jajajajajaja
JLBorges> hermoso
cortazar24> t importaria q copiara esta conversacion y la pasara a terceros?
es q me parece casi sublime
JLBorges> claro 🙂 gracias
JLBorges> no hay problema, por mi encantado
cortazar24> las leyes estan para quebrantarlas o por lo menos ponerlas a
prueba, sea con un movimiento o con un alud
JLBorges> solo basta una respiracion o una mirada
JLBorges> para destronar la razón
JLBorges> y lo posible
JLBorges> de nuestras vidas
cortazar24> estoy de acuerdo, pero quiero ser un alud
JLBorges> por que?
cortazar24> quiero destronar al universo y entronizar otra cosa…no se si
el amor, la literatura, el hombre…tengo q pensarlo…pero no kiero dejar
indiferente
JLBorges> bien dicho
cortazar24> gracias
cortazar24> la respiracion y la mirada q mencionas son parte d la razon y de
lo posible, no crees q para derribarlos haria falta algo imposible q
irrumpiera?
JLBorges> que pasaria si alguien mirara algo que esta vedado mirar?
JLBorges> algo imposible de ser mirado?
JLBorges> que pasaria…
JLBorges> si respirara algo QUE JAMAS DEBIO RESPIRAR?
cortazar24> esa persona perderia su condicion humana y seria casi inmortal
cortazar24> luego entonces…la inmortalidad esta en alcanzar lo imposible o
lo vedado

Y así terminó nuestra conversación, que los demiurgos ya se encargarán de
prolongar hasta el infinito.


Pablo Serrano Almunia

Lecciones de amor – By Tirano

Circulo Dalí

@Tirano ¦ yellow_sub, te voy a tener que dar unas nociones de amor (en concepto)

@Tirano ¦ CONCEPTO Nº1 Para yellow_sub. En el amor, lo cómodo es dejarse querer

@Tirano ¦ CONCEPTO nº2 para yellow_sub, (éste le costará algo): No hay nada más efímero que el amor eterno,

@Tirano ¦ CONCEPTO Nº3: En el toreo y en el amor, lo peor es perder los papeles

Tirano ¦ CONCEPTO Nº4: EN EL AMOR HAY QUE PELEAR CADA CIERTO TIEMPO, . lAS RIÑAS ROMPEN LA RUTINA Y LAS RECONCILIACIONES TIENEN SU MORBO. :/

Tirano ¦ CONCEPTO Nº4: En el amor, es apasionante el coqueteo, :/

Tirano ¦ CONCEPTO Nº5 : ¿es lo mismo querer que dejarse querer?.

Tirano ¦ bueno yellow_sub, ya continuaremos, cuando sedimentes los conceptos de hoy, iniciaremos el tema II : AMOR Y SU SENTIDO PRÁCTICO

Tirano ¦ CONCEPTO 7º: yellow_sub, en el amor pierde el que más arriesga, (como en el póker)

Tirano ¦ CONCEPTO nº 8: Lo peor de los sobresaltos sentimentales, y el amor lo es, es que siempre se marchan el que se lo ponen fácil, (esto requiere un ejemplo práctico)

Tirano ¦ el amor pasión con toda la energía en la misma dirección para evitar colisiones…

Tirano ¦ sabido es que las partículas interaccionan

Tirano ¦ y si es de distinta energía, hay una reación en cadena, imparable

Tirano ¦ pero… ¿el amor con las mismas coordenadas es aburrido?

Tirano ¦ es preciso la colisión para acelerar la sangre (dormida tantas veces)

Tirano ¦ de los pequeños desacuerdos se ceban las grandes tragedias

Tirano ¦ yellow_sub, un día te cuento una relación de alto voltaje

@yellow_sub ¦ aprovecha que estamos en ello, Tirano XD

Tirano ¦ no son horas, tengo mi pudor, (anónimo)

Tirano ¦ hay que citar «al hilo del pitón » (yo me entiendo)

Tirano ¦ Si te colocas bien: mandas.

Tirano ¦ CONCEPTO Nº6: El amor es un sentimiento con «tempo» hay que adelantarse a los sentimientos de la pareja, y sorprenderla siempre con la ilusión cumplida, (toma ya)

Valérie Valére (I). Por Ketsya.

-:::: Temps Gagné ::::- Árticulos de última hora

Nombre: Valérie Valére

Nacionalidad: Francesa

Edad actual: 21 años

Oficio: Empresaria en una compañía de armas y armamento venida de USA.

Datos sobre la empresa: Shield Of Fire, es una empeña que creo Estados
Unidos hace quince años y que debido a su alta popularidad y a sus
ventas masivas a otros países ha decidido instalar franquicias en
otros países europeos.

Hobbies: Su tiempo libre lo ocupa a otro tipo de negocios que prefiere
mantener en cautela, ella piensa que desvelar esos trabajos manuales
sería romper parte de lo que sería contar su vida.

Cita favorita: Así como una jornada bien empleada produce un dulce
sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte

Fotografía adjunta al pie de página

Valérie Valére

*********************

Bien señor aquí esta la portada de su artículo. He localizado a la
señorita Valérie y se encuentra en un distrito de Manhattan, y desde
allí dirige su franquicia. Nos costará bastante hacer estos
artículos, se niega a hablar conmigo por teléfono.

Perfecto, pues entonces se instalará en Nueva York y así no tendrá que
llamarla por teléfono, entrevistará a la señorita Valére en persona,
si eso es lo que ella desea. Al final de la semana regresará con cinco
artículos, uno de cada día.

Datos informativos:
El Temps Gagné es el periódico que contará toda la historia de Valérie
Valére a sus lectores. Es un periódico francés (ficticio) que acaba de
abrir una nueva sección entre sus páginas, que es noticias de última
hora y es más bien una sección de cotilleos que de un periódico serio.
Pero el periódico esta en sus últimos minutos de aliento y espera que
lanzar la historia de la famosa Valére les subirá a la fama. Claro que
como en todo periódico habrá manipulación de artículo y demás, aunque
quizá la historia de Valérie no necesite mucho arreglo para subir
audiencia.

Ketsya