No supiste escuchar el susurro en mis labios
cuando te hablaron en murmullos de una marcha
que sólo tu alma de luna embriagada anticiparía.
.
Para arrancarme el rastrojo que me dobla el tallo,
– siendo pecado, estigma y perenne herejía-,
tendría yo que renunciarme el alma viva de paseo lacayo
para encontrarme una nueva y libre de señora en travesía.
.
¡Pero no! Que pecho atravesado no atiende súplica
ni entiende despedida provocada por desidia,
no escucha preguntas sin respuesta … ni olvida.
.
Sea leído, pues, el deseo tuyo de la lejanía
– no convides mi voz nunca más a tus pesares-,
como lastre que cargue para siempre el alma mía.
.
Para arrancarme las rosas que me lucen el tallo
vuelvo a ser la herida abierta que en el pecho me fulgía.
.
Verónica Victoria Romero Reyes
Blog de la autora
Non plus ultra. Derechos registrados.
?
Para arrancarme el rastrojo que me dobla el tallo. Por Verónica Victoria Romero Reyes
Marcar el enlace permanente.