En la mezcla de olores a incienso y melisa compiten las siluetas.
La de Marcia: piernas cruzadas batiendo el aire.
La de Noelia: extensiones capilares espantando mosquitos.
Y la de Ileana, mirada verde como no he visto nunca y qué cola.
A Ileana quiero seducirla, la miro mientras habla con su voz distante, con tonos de garganta cansada. Y la escucho con atención:
«Conservo marcas de sus golpes, odio cada instante que me trae el recuerdo de su cuerpo.
Cuando pedí ayuda me la dieron y acá me ven con el grabador: ‘no pensar, relajarse, el aire al vientre, oler, no pensar…’
A él, la Ayuda Social le costeó psicólogos, descanso en las termas de Gravatal, y una nutricionista que le balancee las calorías para que sea menos agresivo.
Yo me miro las marcas y me pregunto por qué no habré sido delincuente».
Mientras la escucho me doy cuenta de que es una amargada. Qué buenas piernas las de Marcia y el movimiento de cabellos de Noelia trae un aroma que me electriza.
Voy a ver a cuál de las dos conquisto.
BETTY BADAUI
Rosario-Argentina
BLOG de la autora
Muy descriptivo este escrito de la mentalidad machista y bien escrito Betty. Abrazos
Gracias Elo