Poema para Miguel. Por Juan Ballester
Quién fuera el hortelano que decías, el que escarbó la tierra con los dientes, el que sembró barbechos y elegías, el que escribió con rayos estridentes queriendo regresar a aquel amigo desde el vasto país de los ausentes. Quién fuera el trovador, quién el testigo capaz de describir este agujero en esta tarde cruel en que mendigo unas briznas de amor, un consejero, una mano tendida o una rosa que me devuelva ilesa a la que quiero. Porque soy sólo un grano, poca cosa, para tan larga ausencia prolongada, para esta tarde dura y sin esposa, para…