Poesía. Por Maria Elena Soler Font
Poesía ¿Que es poesía? Poesía es el arcoiris atraves de tu pupila Poesía es cada encuentro y cada despedida Poesía es el rubor de tus mejillas Poesía es tu sonrisa que me anima en cada momento.
Poesía ¿Que es poesía? Poesía es el arcoiris atraves de tu pupila Poesía es cada encuentro y cada despedida Poesía es el rubor de tus mejillas Poesía es tu sonrisa que me anima en cada momento.
Este fin de semana he vivido abrazada a Miguel Hernández, por esto mi entrada de hoy vuelve a ser un poema que hice inspirada en él y que es un grito a que nuestros hijos y los hijos de los que nos rodean, no dejen nunca de saber lo que ocurrió, ocurre y ojalá que no ocurrirá, a los hijos de otros hombres y mujeres. Tuve el honor de clausurar el congreso con una lectura poética al lado de admirados poetas como Félix Grande o Antonio Martínez. Este poema es un recuerdo que me ha acompañado durante muchos años. Cada…
Probablemente, el congreso de Miguel Hernández que se celebra en Linares, sea de los más auténticos y sinceros que se celebren. Así nos lo ha contagiado su organizador Andrés Soler y así lo vemos los que participamos en él. Yo leeré poesía y he construído con mis yemas dos poemas inspirados en la obra de Miguel y hoy os dejo uno de ellos. (Por supuesto con la vergüenza de no ser ni la sombra de lo que escribe el que me inspira) Este poema está basado en las cartas que se escribían Miguel y Josefina. Y yo, después de leer…
Quién fuera el hortelano que decías, el que escarbó la tierra con los dientes, el que sembró barbechos y elegías, el que escribió con rayos estridentes queriendo regresar a aquel amigo desde el vasto país de los ausentes. Quién fuera el trovador, quién el testigo capaz de describir este agujero en esta tarde cruel en que mendigo unas briznas de amor, un consejero, una mano tendida o una rosa que me devuelva ilesa a la que quiero. Porque soy sólo un grano, poca cosa, para tan larga ausencia prolongada, para esta tarde dura y sin esposa, para…
Miguel mostraba sombría la mirada, mudo el semblante, opaca la sonrisa, era su alma juguete de la brisa. Fue su vida una dura puñalada que el viento amargo cosía y descosía dejando huellas mortales en su frente. Nunca intentó su espíritu valiente volver la espalda al dolor y la agonía. Regresó a la tierra como vino, investido de rayos y huracanes, derrumbado por ultrajes malhechores; quebraron su entereza, su destino, su ideal y la querencia a unos afanes que se pudrieron con él, bajo las flores. Concha Morales Madrid
Colmenar de barro inerte, habitáculos henchidos, seres enfermos de muerte con trajes de huesos vencidos. En el silencio del alba, en la fría enfermería, se está rompiendo la calma, Miguel, solo, se moría.