Vida, amor y muerte en la poesía de M.H. Por María Lacal Luján.

Dentro de la obra de Miguel Hernández podemos destacar tres grandes temas de su poesía, que incluso él mismo declara en  “Llegó con tres heridas”, poema perteneciente a Cancionero y romancero de ausencias:

“[…] Con tres heridas yo:

la de la vida,

la de la muerte,

la del amor.”

Estas tres heridas vienen a configurar el ámbito temático de la poesía de Miguel Hernández, aunque cabe destacar que las dos primeras van a estar siempre asociadas. La obra de este poeta va a estar íntimamente ligada a su propia experiencia personal, pues acompañarán al poeta en una sufrida vida marcada por el entorno de la guerra civil y posteriores periodos en la cárcel.

A continuación vamos a hablar de cada uno de esos temas para ver cómo se desarrolla dentro de su obra.

Para comenzar con el tema del amor, podemos decir que si tuviéramos que reducir o sintetizar la poesía de Miguel Hernández, tendríamos que calificarla de poesía amorosa, pues ninguno de sus poemas queda al margen del sentido amoroso. Su obra está visiblemente marcada por diferentes enfoques respecto a la concepción del amor, viéndose distintas etapas que muestran su aprendizaje respecto a este tema.

En los comienzos de su poesía, se muestra una inmadurez amorosa, descubriéndose el pudor de los primeros amores de la juventud. Al mismo tiempo encontramos en este periodo un despertar sexual que relaciona al amor con el sexo, algo que el poeta intenta reprimir con todas sus fuerzas.

Posteriormente, el poeta empieza a conocer el verdadero amor, pues conoce a la que seria su futura mujer, y esto queda claramente reflejado con en nacimiento de El rayo que no cesa, su primer gran libro de sonetos amorosos. En él reconoce la dependencia hacia la otra persona, la amada. La necesita para vivir. Esto lo podemos ver claramente en el poema de Tus ojos sin mis ojos no son ojos.

“Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
que son dos hormigueros solitarios
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos”

Su amada, Josefina Manresa, le niega el amor sexual antes del matrimonio, lo que hace que comience en la poesía de Miguel Hernández un sentimiento de pena y de tragedia. Aparecen poemas relacionados esta pena como Umbrío por la pena, casi bruno:

Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno”

En 1937 se casa con su amada Josefina y va adquiriendo una madurez respecto al amor que queda reflejada en su poesía, dedicando la mayor parte de la misma a su mujer y a su descendencia.

Pero al mismo tiempo descubre el sentido atormentado del amor, pues viven alejados tras su ingreso en prisión. Nos llegan las Nanas a la cebolla, donde cariño y tragedia se unen con un tono amoroso del padre al hijo. En este poema se muestra la cruda realidad al mismo tiempo que imperan los deseos de felicidad dirigidos al bebe:

“En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso”

Su última producción, Cancionero y romancero de ausencias, se puede ver como un diario emocionado donde la ausencia es su única base: la ausencia de justicia, la ausencia de amor y la ausencia de libertad. Aunque no debe entenderse como producción trágica, sino como un canto a la esperanza. Encontramos por ejemplo: El vals de los enamorados y unidos hasta siempre:

“No salieron jamás
del vergel del abrazo.
Y ante el rojo rosal
de los besos rodaron.

Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes
y los rígidos rayos”

A continuación nos centraremos en el tema de la vida y la muerte, que como antes hemos dicho van íntimamente ligados. Miguel Hernández llenó de vida y  también de muerte, el centro de su poesía, pues ambos elementos configuran la imagen que Miguel posee del mundo.

Por un lado la vida está presente de forma más clara durante su primera etapa como poeta, aunque podemos ver en todo momento poemas que reflejan al amor como primordial fuente de vida y de felicidad. Como en Besarse, mujer…

“Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.

Ascienden los labios
eléctricamente
vibrantes los rayos,
con todo el fulgor
de un sol entre cuatro”

La muerte es un acontecimiento no lejano a las propias vivencias del poeta pues mueren tres de sus hermanas y su primogénito a los pocos meses de nacer, esto lo inunda en una continua pena y dolor que marca al poeta para el resto de su vida. (“la flor que nunca cumple un año, y lo cumple bajo tierra”)

También se le mueren conocidos y amigos, entre los que destacamos a Ramón Sijé, personaje universalmente conocido gracias a la famosa “Elegía”:

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de
catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Por último diremos que es en Cancionero y romancero de ausencias donde Miguel establece un mayor vínculo de unión entre estos dos conceptos. Pues encarcelado, privado de esperanza y apenas comunicado con su amada por carta, es donde el poeta asume el destino de un amor mortal y perecedero. Es decir, la proximidad de la muerte no le hacen renunciar a lo que más ama; la vida; y a lo que aún le mantiene en vida: el amor.

“Menos tu vientre,
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo
”.

Como conclusión puedo decir que es uno de los poetas donde más claramente quedan reflejadas sus propias vivencias dentro de su poesía, haciendo que cada una de ellas tenga su propia historia personal, siempre relacionadas con la vida, el amor y la muerte.

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Un comentario

  1. Irene Vázquez

    Atrae este trabajo desde la primera afirmación que haces, porque la poesía elige casi siempre esos tres temas como elementos fundamentales, ligados a la existencia de cualquier ser humano.
    El desarrollo me ha parecido muy interesante, el amor, siempre presente, como el más vivído y hondo a pesar de sus tremendas experiencias en torno a las ideas, la libertad, la separación y la muerte.
    Hay un artículo que habla especialmente de la relación con su mujer, con fotos, e imágenes de las cartas originales que está en la Uned en formato PDF.
    Se titula: “Mi querida Josefina” y puedes encontrarlo en la siguiente dirección.

    http://www.uned.es/ca-elche/LECCIONINAUGURALFotos.pdf

    Enhorabuena y sigue indagando en la poesía.
    Saludos

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