Vienes a ofrecerte tan llena
en esta mañana escarmentada de lunas,
vienes sin que te preocupen los abismos,
y libre vienes a ofrecerte
a mí, a quien tan a menudo
han vendido promesas en ganga
por liquidación de veracidad,
vienes y tengo ojos que lo certifican,
y tiemblo y así y todo apareces por completo
a mi lado – ese lugar tan denostado-,
y reconozco con vergüenza que esto es miedo
y sudor y una torpeza profunda del habla,
pero incluso ahora vienes y te añoran universos,
y tu cuerpo tan exacto se acerca entonces
a mi aliento y a estas manos
tan desacostumbradas a la vida con mayúsculas,
y te ofreces, no obstante, tan llena,
y vienes y te quedas
conmigo, que casi siempre fui ligero o desamparo,
y aquí nos tenemos ahora a ambos
mientras suceden otras naturalezas,
tú bailando nuestros momentos,
yo contemplando tus infinitos.
Poema que, sin destacar por nada especial, resulta ameno y agradable de leer. Me gusta porque has sabido crear una atmósfera acogedora, intimista, porque el poema tiene un ritmo marcado por ese ‘vienes’ que se va repitiendo como un leitmotiv, por haber engarzado todas las frases con comas y emplear solamente un punto, el final.
Suerte en el concurso.
Tiene tu poema un transcurrir calmado, casi dulce, como si no quisieras despertarla. El conjunto es muy agradable y aunque si analizáramos verso a verso e imagen por imagen habrÃa mucho que decir, lo cierto es que una vez terminada su lectura queda un buen sabor, una buena sensación de paz, y de amor profundo.
Lo que quiere decir que está bien construÃdo y acertadamente expuesto. Me ha gustado.
Te voto con un cuatro.
Soy Juan BallarÃn y mi poema es el nº 105. Te agradecerÃa mucho si pasaras por él y comentaras qué te parece. No importa si no te gusta y lo crÃticas, pues la manera de aprender y ver otras formas de entender la poesÃa. Y aunque la crÃtica sea dura no me lo tomaré a mal, siempre que sea un comentario razonado y sin insultos.
Un saludo cordial y te deseo suerte en el concurso.
Ken Munro: ¿Cómo se llama esa mujer? Tu boca pomarosa se desmembró en palabras haciendo con ellas un nido de pájaros rodeado de madreselvas. Digno de admiración. Me encanta tu poema y no me canso de leerlo.