Caían las hojas mi vida caían las hojas mi amor caían las hojas sin duda del libro de nuestro amor. No vi pasar el silencio no vi pasar el dolor sólo veía tus labios sólo sufría el dolor. Si los sueños nos permiten y yo sé permitirán podrán encontrar tu camino y a tu lado caminar. Podría seguir en tu estela, que mi estrella brille más encontrar en el silencio el sueño y volverte a amar No sé si es mi destino, si el tuyo lo será pero sé que esté amor sólo puede continuar. ...
Leer másRebuscando en el silencio, un suspiro. Rebuscando en la nostalgia, un te quiero. Un recuerdo que alimente la añoranza, que acelere los latidos. Un suave repiqueteo que despierte mis sentidos… pero nada. Solamente es el murmullo leve del agua pasada que, bien dicen, ya no mueve ni molinos ni esperanzas. Aun así, sigo en silencio, alertando por si escucho… pero nada. Es solamente mi piel. Mi piel, lúgubre y callada, se estremece en el recuerdo de aquel tacto, la caricia de tus dedos sigilosos, danzarines, que buscando recovecos delimitaban el mapa de mis deseos… pero nada. Ya no existen coordenadas, ni fronteras, ni aduanas. Solamente la quietud, soledad, la ausencia de la esperanza. Pero sigo rebuscando en mi silencio y un suspiro me atenaza la garganta si presiento que te siento… pero nada. ...
Leer másAhora que el silencio se muda en voz, llegaré a ti ,fundida en brisa, horadando espacios de nostalgias invisibles, Etérea , sin prisas .. Adivíname , cercando recuerdos que te difaman , empuñando aceros nobles para defender tu calma , persiguiendo las quimeras que dibujan tus sueños. Adivíname , cómo deshielo en tus entrañas templando tu pulso , tu aliento , siendo fuego y llama. Adivíname , en cada soplo sobre tu piel ,lacrándola sin sello. Adivíname en la incógnita más lúcida de tu memoria , en la forma exacta de la custodia de tu ser. Adivíname prendida a tus sentidos derramados , consagrando su fuga al retorno. Adivíname abriéndome en abismo sobre tus miedos precipitando tus demonios sobre mi , para vencerlos. Adivíname pródiga en bendiciones , acariciándote el alma. Adivíname cómo agua viva sobre tus heridas , bálsamo puro , transparente cordura. Adivíname desdibujada , en los Tiempos velando tu historia. Adivíname para contigo … ¡O en tu destierro! ...
Leer másHace mucho que no creo en las enumeraciones en las sucesiones de imágenes repetidas ya no atiendo los teléfonos rojos ni la estela descendente de la torpeza macroeconómica No entiendo de vocablos grandilocuentes incomprensibles para los gorriones y las gaviotas no escucho a los muñecos de cartón ni reconozco la nueva geografía del globo Hace tiempo que aprecio mucho la tersura que me queda en la piel desnuda el cimbreo del viento en las mejillas mi obsesiva manía por hacer acopio de ternura los incisivos y las uñas para arrancar esa corteza que el tiempo escupe a la vida Ahora atesoro en una caja de zapatos las primeras manos y los últimos besos los fluidos de la música que se derraman como una gota de lluvia perdida en el mar un mar que no existiría sin la gota Desde la nada levanto mis madrugadas y recojo las ruinas azules de las tardes a veces, hasta esparzo la hojarasca de la ausencia sobre mi permanente incertidumbre frente al dogma Sí, quise ir en todo hasta la esencia atrapar al vuelo una vida inesperada llenar de luz los calendarios yermos cortar de raíz todos los muros Pero solo aprendí a saber estar entre mis huesos a acostumbrarme a caminar sobre un espejo con un implacable letargo de desencanto y silencio aprendí a perderlo todo en la neblina de un recuerdo Me rendí a la corriente de los días a las dinámicas que la noche atraviesan hasta que supe, al fin comprendí el motivo de mis leves horas, de mis torpes pasos de todas mis victorias y fracasos Las manos que manejan las palabras son invisibles la muerte jamás podrá cortar el hilo inconcluso que las gobierna Las campanas ya no me erizan la memoria ahora, solo sueño con hacer soñar....
Leer másAbarrotada de sueños escucha el canto de los cielos. Estrellas sobre mezquitas clavadas en el desierto. Arena de dunas azules inscrita en sus pies polvorientos. Vestida con telarañas de nube recuerda todo lo que no ha vivido con los ojos abiertos. Llanuras de malaquita, orillas de ónice negro. Y sobre el mar, el planeta que brilla sin desmayo sobre el humo de su perdido universo. ...
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