Su hogar olía a limpio, a desayuno con café y pan tostado, a bata guateada y zapatillas de paño, a lejía perfumada, a cera y parquet, a ambientador de limón en el baño, y sobre todo a televisión recalentada: recalentada de culebrones, de insultos y morbo, de corazones desgraciados […]