Sin Título
Escucho la tierra
que agrieta la sombra,
sedienta de lluvia,
donde la noche tiene color de ciervo.
Escucho la luz
que exilia la espera,
adormecida en la tibieza de las horas,
mientras los barcos quebrantan el silencio.
Escucho la sed
que esconde la nieve,
muda en el rumor del bosque,
cuando la palabra rota solo se intuye y no se pronuncia.
Buen oido Kabuki, escuchas poemas con pausas y ritmo allí donde la palabra encuantra acomodo fértil.
Enhorabuena.
Saludos
Tu poema hace honor a tu nombre. Es intenso, solemne y elegantemente lento, como el teatro kabuki. Enhorabuena