Finalistas

Finalistas del jurado

 

61- La máscara es ya máscara de nada. Por Soledad Avellaneda

Claudia Caño Rivera

Claudia Caño Rivera
Sevilla – España

   Me llamo Claudia Caño Rivera y nací en 1997 en Sevilla. Desde pequeña siempre estuve acostumbrada a estar constantemente leyendo, y a partir de los 13 años comencé a escribir. La poesía surgió entonces como una consecuencia natural de mi incursión en este nuevo mundo. Desde entonces, poco a poco he ido evolucionando tanto en mi forma de escribir como en los autores a los que leo, conociendo también personas afines a mis intereses de las que aprender y aventurándome a descubrir nuevos escritores y estilos más allá de los que enseñan en la escuela. El último de ellos fue Panero, cuya poesía me reconfortó en cierto modo, dando lugar a este poema.
Actualmente estudio Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla y disfruto día a día con la carrera.
Mi sueño es conseguir, algún día, poder hacer de esta inevitabilidad que es la poesía un oficio. Hasta entonces, continuaré escribiendo.


9- Macondo nunca duerme. Por kokopelli

Antonio Jerez Expósito

Antonio Jerez Expósito
Almeria -España

Toño Jerez
Almería, 1969

Ha dirigido la sección cultural del diario Expresión Siglo XXI y realizó un espacio radiofónico de poesía para la Radio Cox de New York, dirigido a la comunidad hispana. Ha coordinado recitales en la prisión de El Acebuche de Almería. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés y al italiano.

Actualmente: Dirige y realiza el programa Malanoche, ya en su quinta temporada, en Candil Radio 107.3 fm con dos días de emisión Viernes y Domingos de 22:00/23:00.h

Coordina los recitales poéticos Poeta de Guardia, terminando la cuarta temporada, que se realizan en LaOficina Producciones Culturales, Almería.
Dirige, junto a Carlos Vives y José Escánez, la editorial: LaOficina Ediciones Culturales.

Ha publicado: Mala Caligrafía – 2016/Próximo otoño. Quince céntimos el minuto, 2015. Almendras Amargas, 2012. La Memoria del Agua, 2008.

La Llama en la Palabra, 2007

Incluido en distintas antologías, destacan: Refugiamos, Lastura Ediciones, 2016. XXXII Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, 2015. Los 43. Poetas por Ayotzinapa, México, 2015. Animales entre animales, Raspabook, 2014
Diva de mierda, Ediciones Liliputienses, 2014. A uno y otro lado del mar. Antología Poética Argentina-Española, 2014.

Ha obtenido algunos premios, entre los que destacan:

– Finalista Premios Argaria/2015 que concede el Gremio de Libreros de Almería.
– Ganador con el libro: Quince céntimos el minuto, del Certamen Internacional de Poesía Ruka Negra en Santiago de Chile. Chile.
– Ganador de Poetas Contemporáneos de Poetas del Mundo. Argentina.
– Primer premio del II Certamen Internacional de Relatos Salamaga, Santiago de Chile.
– Ganador con el libro: La memoria del agua, del II Certamen Internacional de Poesía Nuevos Poetas.
Finalista del III Certamen Poemas sin rostro.
– Finalista del I Certamen de Poesía Libre Atina Chile.
– Segundo premio del XI Certamen de Poemas de Amor, Cádiz.
– Primer premio del X Certamen Poético Carolina Coronado, Madrid.


133- Informe sobre el último puente. Por Pasajero

Susana Beatriz Moyano Bulacio

Susana Beatriz Moyano Bulacio
Córdoba – Argentina

BIOGRAFIA

He viajado / He fundado

ruinas  / rutinas

ciudades eternas / el jaguar agazapado

 

Nací el 8 de mayo de  1953 , en Córdoba Argentina y estudié Química y Letras Clásicas y Modernas en la U.N.C. Trabajo como docente de nivel medio.

Algunos de  mis poemas y microcuentos han recibido  distinciones  en concursos nacionales e internacionales y  forman parte de  antologías.

La escritura me ha permitido (me permite)  entramar datos, tejer con las fechas del calendario una historia, mi historia.

La escritura  transforma en bandada, mis huraños animales terrestres.

Saludos, María


182- Donde la huella. Por Tadeus

Cesar Ibáñez París

Cesar Ibáñez París
Soria – España

Nací en Zaragoza en 1963, ciudad en cuya Universidad me licencié en Filología Hispánica, y vivo en Soria, donde trabajo como profesor de instituto, desde 1990. He publicado siete poemarios premiados: La máscara blanca (Soria, 1999), Intemperies (Navarra, 2004), Cántaro y otros límites (Zaragoza, 2005), Églogas invernales (Madrid, 2007), Los desvelos (Asturias, 2010), Invierno o luz (Cieza, 2013) y La ruta de la sed (Devenir, Madrid, 2013), así como la plaquette Diálogos al raso (MLH, Soria, 2011) y la antología bilingüe –castellano y gallego- Llamas noches a los giros del vals (Lastura, Toledo, 2013). También son fruto de mi dedicación literaria las novelas Los frutos caídos (Umbriel, Barcelona, 2004) y La cueva de los diez acertijos (Everest, León, 2008). Mi traducción de Tartufo de Molière mereció el I Premio de Adaptación Literaria Biblioteca Teide.

Escribo la poesía que creo que debo escribir, la que me corresponde, la mía, la que nadie más que yo podría llevar a cabo. Sé que es una presunción a todas luces excesiva, pero prefiero creer eso a pensar que todo está ya escrito y que no hay nada nuevo bajo el sol, aunque solo sea porque esta convicción es dolorosa y esterilizante. A lo mejor la clave está precisamente en cierto equilibrio inestable que lleva al poeta a escribir lo que supone íntimo y solo suyo, y al lector a reconocerse sin demasiadas dificultades en esas pocas palabras verdaderas que a todos pertenecen. Ojalá sea así.


164- Vida abajo. Por La chica del andén

Laura Cabedo Cabo

Laura Cabedo Cabo
Valencia – España

Una noche cualquiera, dos grillos y medio atrás, te lanzas. Atraviesas el pecho inmenso del silencio, te bebes el alcohol de lo lejano y caminas hacia la estación con esa maleta de piel que es tu piel tatuada de palabras:

 – Buenas, un billete por favor.

– ¿Destino?

– Mire, -explicas sin muchas esperanzas- quisiera ir a Poemas sin Rostro, pero gasté todo en comprar entradas para cuatro puestas de sol y unos versos de Salinas. ¿Podría ayudarme?

-Señora, entonces tendrá que venderme su nombre -dice el enano del bigotito erizado- Deposítelo aquí -y te enseña una cesta casi repleta. -Lo siento, son la normas. Ingéniese un seudónimo o circule.

Elevas los ojos, piensas con el encéfalo izquierdo, torpemente. Pero es que el derecho ya no…

-Ummm…ummmm…

-¡No tengo todo el día, señora!

– La chica que espera…la chica que va en tren…la chi…

-¿No cree que ya está usted entradita en años para apodarse «la chica»?

¡Jo con el enano! ¡pues no voy a ponerme «La cuarentona del andén»! En ese momento te dan ganas de contarle que eres asídua juntaletras y que no te ha ido nada mal cuando te agenciabas seudónimos de tío: Metafastro, Cronopio… Incluso cuando aquella cursilería de llamarte Pléyade como una constelación de estrellas. Pero es que el pobre enano, con más paciencia que un santo, te está mirando ya con cara de asesino.

-¡Diosss, estos poetas!¡Qué cruz! -refunfuña y te entrega el billete con el bigotito en llamas.

–  Diríjase a la vía dos. ¡Siguiente!

Subes al tren. Ciento sesenta y tres como tú en el vagón. Huele a sobaco y a bocadillo de longanizas con pimiento. Aquello se va llenando más y más en cada estación.

– ¿Pero de dónde sale tanto trasnochado? -dice el revisor.

– Señora, córrase un poco que no me caben las letrinas y van a hacer falta, por el fondo hay uno que se ha traído a todo el pueblo, Macondo creo.

Sientes que con el vaivén y el calor se te van a salir las sinalefas por la boca y no te extraña que algunos hablen de suicidio, de holocaustos o de locura.

– Este oficio es cada día más peligroso -te susurra un chico vestido de hombre lobo y, entre la muchedumbre, distingues un sinfín de afines a ti: enamorados, olvidados, deseosos, ausencias, muertes, eclipses, primave…

-Oiga joven, ¿le he contado lo de mi hiperbolitis prostática? -sisea un abuelete bonachón con sombrero.

De pronto oyes un silencio preocupante. La multitud se arremolina y algunos se encaraman a las ventanas arañando los cristales del vagón, tan zigzagueante como la vida. Se apagan las luces y te acuerdas de la escena del gas de la peli de Schindler, cuando notas un olor recalcitrante a pedo, que no sabes cómo pero te parece hermoso y hasta te emociona.

– ¡Dejadle salir! -gritamos enfervorizados en un aplauso. Las puertas se abren y el soneto del señor con nombre de actor de cine asciende al andén de la gloria.

Alguien te empuja, no entiendes bien por qué a tí y no a otros, pero el tren se aleja hacia nuevos destinos y aventuras. Y te das cuenta de que le habías cogido cariño a leer a esos románticos de tu misma especie que también arrastran su maleta de ilusiones.

Te giras. Diez extraños en la noche del andén. Unas luces diminutas titilando a lo lejos. Y el corazón se te hace un cometa, un borbotón de pájaros veloces cuando lo avanzas al narrar estas líneas, como una mano ciega. Y sientes crepitar ese viejo vértigo, esa certeza de que se puede amar con las palabras. La verdadera razón por la que escribiste vida abajo, y por la que, desde niña, compones tus poemas y relatos con el alma.

Poesía y suerte, amigos.


238- Soñé templos y doradas letrinas. Por J. Pablo Castruccio

Máximo González Granado

 Máximo González Granado
Sevilla – España

El pasado cinco de marzo se cumplieron 63 años de mi nacimiento en la ciudad de Tánger, en el Norte de Marruecos, donde transcurrió mi infancia y parte de mi juventud. Entiendo que el lugar donde nacemos y vivimos nos determina en gran medida, pero yo tuve la enorme suerte de jugar y pasear por las calles de un enclave cosmopolita, desbordante de vitalidad, en el que no era difícil cruzarse con Paul Bowles o con Gary Cooper, y años más tarde, adolescentes ya mis compañeros y yo, tampoco era muy extraño encontrarnos a Juan Goytisolo tomando un té en el Zoco Chico, o a los componentes de los Rolling Stones paseando por la Alcazaba.
Cuando terminé el Bachillerato en el Instituto Politécnico Español de Tánger, unos de mis profesores aconsejó a mis padres que me mandaran a Ceuta a estudiar Magisterio, estaría cerca de casa y podría sobrevivir con el dinero de la beca, evitando que mis estudios fueran una carga insuperable para ellos. Ese consejo me convirtió en maestro y hoy, próxima ya mi jubilación, estoy casi convencido de que aquel hombre siempre supo que mi destino era el Magisterio, y si no lo supo, algún duende especialmente propicio hizo converger su visión pragmática con una vocación que aún tardaría unos años en definirse y materializarse.
Mi primer año en Ceuta fue tortuoso y complicado para mí, me encontraba muy solo y desubicado. Apenas asistía a las clases en la Escuela Normal de Magisterio, erraba por las calles como alma en pena. Una mañana, sentado en la terraza de un bar traté de escribir un poema. Desde entonces la escritura ha sido para mí una tabla de salvación, una forma de no estar solo, una forma de entenderme y entender. He participado en algunos concursos de Poesía y de Relatos, gané un primer premio en Poesía y otro en Relato convocados por la Mancomunidad de municipios del Aljarafe.
Nunca he dejado de escribir, ni de añorar el mar, ni de esperar un mundo mejor en el que las historias y los poemas tengan mucho que decir.


165- Sin título. Por kabuki

Susana Castillo Montero

Susana Castillo Montero
Madrid – España

   Mi nombre es Susana Castillo Montero y nací en Madrid en 1963. Soy licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Durante varios años he ejercido como Procuradora de los Tribunales en Madrid capital. Actualmente trabajo en el, en un Centro Cultural, trabajo que me encanta porque está relacionado con la cultura.

   En el año 2006 me publicaron un cuento titulado El otoño de Sara en la revista digital Ariadna, y al año siguiente quedé finalista en el II concurso de relatos hiperbreves La Molineta. Molina de Segura (Murcia).

   Este año ha sido muy especial para mí, ya que me concedieron el segundo premio en el  VI CONCURSO DE POESÍA PARA MUJERES LA NUCÍA 2016. También quedé finalista en el II CONCURSO INTERNACIONAL DE MICRO POESÍA «HOMENAJE AL POETA MARIO BENEDETTI». Y ahora me comunican que he quedado finalista en este certamen, Poemas sin rostro.

   Hasta hace poco he participado en el taller de poesía de la biblioteca Iván de Vargas, de Madrid, una de las experiencias más gratificantes y prolíficas que he tenido.

   Quería dar las gracias a los miembros del jurado de este certamen por haber valorado mi poema y a las personas que han arrojado luz sobre él con sus inteligentes comentarios. A los demás participantes decirles que ha sido interesante haber compartido esta aventura con ellos.

 


20- Luz al final del túnel. Por Coral Fuentes

Pilar Gorricho del Castillo

Pilar Gorricho del Castillo
Logroño – España

 Me llamo Pilar Gorricho del Castillo, y nací  en Logroño (La Rioja ) España el día diez de marzo de 1961.

 Soy escritora que se decanta por la poesía y aforismos y  hago reseñas y criticas de poesía. He participado en diversas antologías clásicas y de verso libre.

Como » Los rincones más oscuros » de Groenlandia ediciones,

» Antología poesía clásica de mundo poesía», » Antología de versos desde el corazón» ,” Voces del extremo 2015 y 2016”  Club literario “ cerca de ti” «Mujeres poetas internacional» “ Grito de mujer” “Palabras prestadas cuarta edición” “ Generación Suwbay 4” “Revista fábula” del departamento de filología de la universidad de La Rioja.
Colaboro  en varias revistas, club y canales literarios.
“Los retazos de mi alma” es mi primer poemario, a los que siguieron,“Girasoles de asfalto”, “El vacío de los plenilunios”,“Las Flores del Bien” libro antología junto a Cecilio Barragán.
“La hiedra del Perdón “
“Via Lucis” cuaderno de poemas número 187 de la colección agosto clandestino de editorial 4 de agosto de Logroño.
He colaborado en el año 2014 con textos para exposición del escultor Luis Isidoro Sanz que lleva por titulo Lesvá.
Fui gestora y colaboradora de la exposición “ Las Flores del Bien” celebrada en Logroño en Casa Periodistas, Feria del libro Trujillo y Centro Iber Caja de Santo Domingo de la Calzada, junto a Cecilio Barragán Bravo.
Poseo algún que otro reconocimiento a mis poemas y aforismos, que es un género literario que también me encanta trabajar y disfrutar de la sabiduría filosófica que desprenden en su minimalista  espacio de palabras.
Concursar en ”poemas sin rostro» y quedar finalista es una gran alegría para mi, y la verdad que entre tanto poema y tan bello me llena de orgullo.
Doy las gracias al jurado y a todos los que hacéis posible este gran canal donde dar cabida a todo lo que conlleva la literatura y el saber hacer.
Sin la poesía ya no sabría cómo vivir, pues me ayuda a metabolizar la angustia, y no ahogarme en ella,así como también me guía por el camino de la espiritualidad y la metafísica del ser.
Siempre digo esto: yo no escribo poesía para vivir, la escribo para no morir.


73- El pedo. Por John Archer

Juanma Velasco Centelles

Juanma Velasco Centelles
Castellón – España

Nacido el 29-5-1973 en Castellón
Licenciado en Geografía e Historia
Autor de 12 novelas. Tres de ellas publicadas, “Sólo los hombres sin Patria pintan lobos de mar” (2006), “A ti Mateo, es a ti” (2013) y «Temblores para un República» (2015).
Dos de ellas, «Las lluvias apócrifas» y «Angélica que agitas los mares» finalistas en las ediciones de 1998 y 1999 del CERTAMEN CIUDAD DE SALAMANCA DE NOVELA.
Finalista del PREMIO AZORÍN DE NOVELA (2005), con la obra «Sólo los hombres sin patria pintan lobos de mar»

Ganador del IV CERTAMEN DE RELATS EROTICS CONVOCADO POR EDITORIAL NEUROS (2016) (Ripoll, Girona).
Ganador del XXII CERTAMEN LITERARIO (2016) “VILLA DE ERMUA” DE POESÍA.
Ganador del XXIX CERTAMEN LITERARIO (2016) “JOAQUÍN LOBATO” DE RELATO (Vélez-Málaga).
Finalista del VIII CONCURSO DE ESCRITURA “MICRORRELATOS EJEMPLARES” (2016) del Ayto. de Madrid.
Columnista de opinión, con frecuencia semanal, en el periódico Levante de Castelló desde 2008.
Blog del autor

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8- De mi ignorancia. Por Guzmán Silió

Manuel Moreno Bellosillo

Abilio Díez Martínez
Madrid -España

En este momento de vacaciones y fuera de cobertura.


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