Atardecer
Las sombras se alargan
proyectadas por el campo.
Por la ladera en calma
cantan los esquilos del rebaño.
El sol agonizante besa el campanario.
Un vuelo oscuro de vencejos
roza la torre con sus alas,
la niebla se restriega entre lo álamos.
El día muere
cae la tarde
el viento silba
en los mimbrales.
Atardece sobre el valle.
La tarde se va a otra parte.
En el clarooscuro
del pueblo en la penumbra,
se encienden las luces de las calles.
El crepúsculo se aleja
ladra un perro.
A lo lejos,
canta el cárabo.
Muy hermoso tu poema Ronsard. Se puede sentir la muerte sosegada del día entre los primeros bostezos sonoros de la noche.
Me ha encantado. Enhorabuena y un abrazo.