Nada
Le has pedido al Lucero del Alba
que hoy no saliera.
Le has dicho a las olas
que pararan
y no has podido nada.
La mañana es un rumor de sábanas
que hablan con la oscuridad.
Nada se detiene
y en el claro oscuro del amanecer
oyes a un niño moverse.
A oscuras ves sus caras, la comisura
de sus labios pero no sus sueños.
Ves tus mañanas de niño
y tus noches,
oyes las voces que es ya solo
lo que te queda de los se fueron.
La voz que me llama,
la voz que me llamaba para
regalarme un beso
para decir sin decir,
con los ojos.
La voz que resuena,
como en una cueva,
cuando vacío y a oscuras esperas
que el alba llegue
o llegar contigo allá Arriba.