Ausencia de ti
Amor de mis entrañas,
¿qué negra amargura a mis labios asomará,
y rebosante de telarañas
en grotesca sonrisa se tornará?
Amor de mis entrañas,
hoy, es tu ausencia laguna sosegada,
donde tus recuerdos empañan
y adormecen mi alma vana.
Mas mañana, cual mar embravecido,
erosionará mi frágil cordura
y el eco perverso de tu silencio fingido
la esculpirá en feroz locura.
Cuán vasta distancia la que nos separa,
y sin embargo, amor de mis entrañas…
Sin embargo tan cerca estamos,
que si el sol con su rayo más sutil me rozara,
sería tu rostro el que iluminara.
Amor de mis entrañas
vivo en el destierro de tu mirada,
de tu voz, tu abrazo, tu risa relajada…
¿Ah, pero vivo en realidad?
Pues yo morir me siento
cada vez que respiro
este aire huero de tu aliento.
Y atrapada en cruel retiro
a solas con mi oscuro tormento,
cada noche cierro los ojos y te miro
acallando por fin este triste lamento.
Tú, amor de mis entrañas
habitas en mi interior
pero también en las montañas
y en los campos en flor.
A la naturaleza acudí
en busca de inspiración
para regalarte una bella melodía,
mas lo que hallé fue la misma poesía
y a ti en su corazón;
pues eso es la madre tierra
germen de descubrimiento y creación.
Que tire la primera piedra
quien ya no tenga ilusión.
Yo hasta la esperanza he perdido
y nada más que profundo hastío
perciben mis sentidos.
Sin el resplandor de tus ojos
¿qué perpetua oscuridad guía ahora mis pasos?
Los caminos son hoy escasos,
y plagados de impenetrables matojos.
Pero hace tiempo aprendí
que mi casa no son cuatro paredes y un techo
sino el corazón que late en tu pecho.
Amor, de tus entrañas yo nací
y en las mías te llevaré hasta el fin.
