Voces
En las horas ardientes de la madrugada
las estrellas me amenazan
sin yo siquiera mirarlas.
Golpean en mi ventana,
sacuden la noche turbia,
hieren mis ojos de negro,
sangro sin ver el rojo.
¿A dónde llega este silencio que se expande en las oscuras lejanías de mi conciencia?
¿Es mi voz la que grita sin poder penetrar tus tímpanos?
¿Es mi indiferencia de nieve y fuego la que trata de eludir tu nombre en vano?
Mi voz se escapa de ti.
Ondas desvanecidas
en la llanura del océano
que nos separa.
No se puede ser igual, no.
No seremos los mismos
que nuestras voces devoraron
en la calma satánica
del pacto de la mañana
un día azul de verano,
de café negro y pelos de perros,
de pétalos de terciopelo
perversos bajo la tierra.
No, no seremos puros ya,
Corazón mío.
No más fantasmas por el sol amarillos.
Sólo retratos en blanco y negro,
mitos y películas
de nuestros recuerdos.
¡No amor mío!
Ya lo que amamos
Está perdido.
Perdido en la gloria
de lo que un día merecimos.
Pero no más, amor,
tú y yo nos hemos perdido.
Nos congelamos para no pudrirnos.
No más nuestras voces
para endulzarnos los oídos.
No existimos ahora,
sólo en mitos.
En estrellas vestidas de negro,
en lágrimas de hielo,
en corazones exprimidos
y en manos de poetas
que pasan sus noches
despiertos,
estrujando vidrios.
muy lindo poema Baby..me gusto !!! suerte!!