Con la Luna, en otra parte
El cuadro colgado en la pared de tu cuarto,
es un sentimiento
que piadoso, me extiende la mano.
Yo te miro
y en concilio con el último trago de café frío
—el que sin dudas luego bebo—
me prohíbo regañarte por el desorden de la habitación.
La gata duerme sobre la máquina de coser y,
la Luna,
lejos en otra parte,
tal vez se divierte dispersando por toda la casa,
la basura del baño.
Es lenta ahora tu respiración.
La distancia,
está como papel doblado dentro de un bolsillo
y el humo que sale de mi boca
no te toca,
escapa por la ventana
hasta confundirse con el de los viejos autos,
donde las golondrinas se pasean
por tu Habana,
queriendo comprar el verano.
Desearía ser como Las Flores:
capaz de perpetuar en versos la imagen que las conmueve
o sencillamente
el aroma que pueble el espacio donde habitas.
Doy círculos sobre el papel
invocando a todo lo divino que existe.
Miro al cuadro una vez más
y acepto su propuesta.
Poco a poco me vuelvo tela y color…
Otro sentimiento colgado en la pared de tu cuarto
que te dará la mano,
cuando se devele la distancia
y alguien camine con la Luna,
lejos en otra parte.
Excelente Adelaida. Una belleza poética que salió desde lo más profundo de tu alma, antes de que empezaras a convertirte en tela y color…
Gracias por tu letra. Y por tu alma.