Alas de ti
Respiro la suave bruma
que despides en la madrugada,
la que exhalas desde mi cama
cuando te sujeto ¡Mi amada!
Y las pestañas de tu encuentro,
aquellas que son adornadas,
por el reflejo de tu pelo
y que destellan la luz plateada.
¿Me resuelvo a soltarte? ¡Nunca!
si te dejo libre estarás a la deriva,
solo quiero besar tu pelo y tu nuca,
probar una vez más tu saliva.
Pisas el fuego de mis sueños,
con tus pies descalzos y huarache,
rompes fuertemente los suelos
del camino deslumbrante.
Espero de ti solamente,
que correspondas mis suspiros,
que despiertes en mí el latido,
con tu voz llamándome al oído,
porque de mi corazón a tu pecho
solamente falta un suspiro.
Sube en mis pies descalzos,
arrincónate en mis brazos firmemente,
que deseo sostenerte siempre
cuando la noche se acerque,
y al descansar abrazados…
sé de mi espada, y rompe lo maligno,
quiebra tus suspiros en mi hombro,
gasta tus fuerzas, guía mi camino.
De tus caderas surge la ruta,
donde circulan desnudas mis manos,
de mis llemas salen la prisa
que deja atrás el desencanto,
y te hago mía en la almohada,
donde te beso desenfrenado,
por no pensar en que te vayas,
respirando de tu boca el vaho.
Es mía tu espalda,
donde quebranto mi voz y te amo,
me desata tu voz hechizada
me independiza de mi encanto,
para convertirme en tu dueño
mientras mi piel por tu piel suplanto,
pero me despierta tu voz… y caigo.
De tus angelicales manos
con mi boca tus lunares trabo,
soy ansia dócil de tu agasajo,
tu principio y fin de tus paros.
Este texto esta a medio camino entre la narración y el verso. También le hace falta definir la rima. Requiere más tiempo y más trabajo.
«De tus caderas surge la ruta»
Tienes la inspiración y la musa.
Saludos…