7- Confesiones para sepultar el invierno. Por Lauren

Confesiones para sepultar el invierno

Desengaño           

 

Paría ya no me espera y acepto su renuncia

sin nostalgia por las noches que no vendrán.

La tore Iffel donde despertaríamos los celos de Dios,

tampoco escuchará nuestros gemidos.

Y lo acepto con el pecho destrozado.

Lo que no logro admitir, comprender, explicarme,

mujer amada hasta la médula espinal del esqueleto

es que pases acompañada de otro amor

regalándole tus besos y mis noches.

 

Inventario           

 

En este almacén que es mi vida se deterioró

las cartas de amor que nunca me escribiste.

Y en tarjetas de estibas de los estantes de tarjetas

hay cientos de caricias inutilizadas por polillas,

varias cajas vacías con el rótulo AMOR en mayúscula

padecen el olvido desbastador de los años.

La huella de tus pasos fue sepultada en el polvo

hasta tu sonrisa, tan contagiosa y única,

está sospechamente rota, fuera de inventario.

 

La duda 

                 

Yo quería saber si aún te amaba

o era mi adicción al sufrimiento

un masoquismo heredado en las lecturas.

Y arrojé del cuarto en que te olía

la colección de libros de Vallejo,

de Neruda, Bécquer, Benedetti…

Cayeron destrozados en la calle

víctimas de la frialdad con que un día

también me echaste fuera de tu vida

 

 Siempre rumores

 

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes…

Recordé el poema y mentí: dije que me amabas

habías partido por culpa de mis amores clandestinos.

Me llamé un rompecorazones enfermizo.

Alardeé sobre supuestas conquistas

y  me alejé taciturno, ojeroso, desdichado,

acompañado de las burlas y los cuchicheos:

estela de traiciones que dejaste tras tus pasos.

 

Yo quiero amarte

                   

Sin ánimos de lucro o desfalco

sobre las tablas y el viejo colchón

aunque el calor obligue a sudar a cántaros.

En la quietud de las tardes de descanso

luego de una larga jornada asfixiante

cuando pidas en silencio unas caricias

cuando gimas las palabras que callamos

amarte frente a la envidia de los dioses

que te echaron, amor, fuera del parnaso.

 

 

3 comentarios

  1. Hay en toda escritura, más allá de lo que nos pueda inspirar, el resultado libre y creativo de cualquier pensamiento y siempre siempre, digno de respeto.
    Después de varias lecturas coincido con Sixto en lo inusual de tu propuesta. Tal vez interpretado como diferentes fases de estado de ánimo, a partir del desengaño del primer párrafo.. el conjunto pudiera tener una conexión, pero en cualquier caso también a mi el resultado se me hace confuso.
    En cualquier caso, repito: libre y respetable.
    Yo te deseo mucha suerte y te felicito por poetizar tal y cómo has decidido.
    Un abrazo.

  2. Sixto Rodríguez

    Tu propuesta es inusual -por llamarla de alguna forma-. Sólo percibí un hilo conductor y sentí conección poética con el tercer párrafo subtitulado: La duda. Ese me gustó.

    Los otros cuatro son otra cosa.

    Saludos…

  3. Esta poesía a primer bote, sin costuras, tan próxima al disparate. no me dice nada.
    Te deseo suerte.

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