Votos
Bebamos este vino. Permite que se cumpla
su meta en nuestros labios; compartamos el pan
el lecho y el camino.
Por todas las estrellas, por el Céfiro cálido,
por la nube y el agua, por la tierra que pisas,
por todas las miradas que nos quedan
no te puedo jurar que mi amor dure
el tiempo de una vida
pero puedo afirmar que ahora deseo
no perder la esperanza de quererte.
¡Vaya! Es… es… sorprendente y a la vez cercano. Tan real que transforma cualquier declaración amorosa en sólo una mentira (no intencionada), pero es el deseo de amar, intencionado y verdadero, el que se proyecta hacia el futuro.