4- Todos Nosotros y Yo Mismo. Por I.Ambrais

Todos Nosotros y Yo Mismo.

 

Existen poetas, no muchos, no hay cantidad solo calidad,

no sé si al recorrido de mi pluma se le puede llamar arte,

tal vez mi universo es demasiado pequeño para albergar grandes poesías

pues quizá al intentar esta composición esté cometiendo atroces herejías.

 

Tenemos poetas magníficos, brillantes, legendarios,…

poetas alegres, tristes,  ordinarios,…

Es nuestra la pintura, la música, las ciencias y la imaginación

pero no se equivoquen este relato no trata de silvestres flores, sino de destrucción.

 

La guerra ha dejado un mundo devastado y falso a su paso,

un mundo con agujeros y un alma moribunda y maltrecha,

un mundo lleno de escenarios horribles con actores que aún sin máscaras no tienen cara.

Se crean discusiones para resolver problemas, las cuales originan otros mayores,

¿eres bueno, malo? Nos dejamos dirigir por falsos ídolos que reciben todos los honores.

 

En estos momentos me precipito a mi más negra hora,

ángeles tirarán de mí hasta que atraviese el viejo manto,

me hundiré en las sombras y caeré en el infierno donde mi retorcida alma mora

para luego escapar, subir al cielo y reaparecer como un engañador santo que a dios implora.

 

Esa guerra de la que hablo no es física ni ha conocido mundo,

no solo la libro yo sino todos nosotros, nuestras mentes, día sí y día también.

Hay una voz que me impulsa a expresarme  de alguna forma

pero no solo a mí, con el paso del tiempo se ha convertido para todos en una norma.

 

A veces luchamos para no morir,

a veces luchamos para no vivir,

pero siempre luchamos por culpa del sentir.

Recordad que el océano solo es un desierto de agua y sal

que todas las dunas del mundo solo son un desierto de cristal.

 

Nos enamoramos, sentimos, sufrimos,…”VIVIMOS”,

y no nos paramos a pensar que al viento que sopla la vela no rehuimos,

viento que solo nos produce escalofríos en la piel y en los huesos del alma,

viento que usa una guadaña afilada y engastada como arma.

  

Que animal más esquivo es la felicidad,

con el paso del tiempo olvidamos cada vez más como cazarla.

Pobres idiotas los que somos, no sabemos hacer algo tan sencillo,

algo que antes inconscientemente se realizaba con acciones del más alto brillo.

 

Esa felicidad, la que todos anhelamos,

en un mundo que cada día más nos aterra,

en un mundo donde se dice paz, pero se piensa guerra.

 

A veces me siento muy apretado,

siento como si fuera toda Troya encerrada en un simple caballo de madera

que se quema con las brasas de un fuego extinto ya hace tiempo,

un fuego cuyo tempo era ilógico en todo momento.

 

Con esto lo único que intento es ver si puedo expresarme con libertad,

por eso elegí el verso como medio conductor,

porque es tan libre e inmenso como el propio sol.

 

Para escribir estas estrofas he leído poemas y poemas,

he escuchado canciones alegres, canciones tristes,…

he estudiado lo que significa ser sensible

hasta que el oculto escrito se ha vuelto entendible.

 

No me gusta cantar ni hablar muy alto

pues no soy simpático ni cantante,

escribo poesía porque de alma poética creo que no estoy falto.

 

Jamás voy a arrepentirme del tiempo que le doy a la poesía

pues ella me da el suyo con mucha dedicación,

siento que por eso tengo una gran deuda con ella

por eso siempre intentaré alcanzar la más bella y poética perfección.

 

Ahora me despido pensando en mi siguiente poema,

pensando en cuando me visitará la inspiración,

una bella dama que crea y crea sin mala intención.

 

“Al final todo se acaba, se dice que el que es inmortal no envejece,

pero desde mi punto de vista ni siquiera la eternidad dura para siempre”

 

 

 

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3 comentarios

  1. Sixto Rodríguez

    Hay poesía y narración en este escrito. Hay verso libre y rima. Hay también varios temas dentro del tema general. Creo que el texto tiene materia prima para varios poemas breves, que formen un conjunto de poemas, eso me parece, y por eso la sugerencia.

    Me quedo con este pensamiento:

    «Que animal más esquivo es la felicidad»

    Suerte…

  2. Suerte. Bonito poema.

  3. Coincido con la reflexión del primer verso, pero ¿era necesario desarrollarla en extenso durante el resto del poema?

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