Sombras. Por Isidro R. Ayestarán


La sombra de tu amor llega a mi sueño,
me arranca de mi ficticia realidad,
me asienta en un presente irreal
donde el beso y el abrazo van
unidos y entrelazados en tu cuerpo…

Las sombras del recuerdo y la nostalgia
desembocan en tu nombre y tu persona,
en tu nostalgia y tu mirada,
en el sentimiento que creía perdido
de tus silencios y tus palabras…

Y algo me arranca del paraíso de tu prosa,
del significado de tus versos,
lejos del estribillo de la música
que envolvía nuestros encuentros,
tan plenos e inacabados,

como el horizonte que habíamos creado
para el deleite unánime entre unas sábanas,
donde la conversación bajo la almohada
me llevaba a tu persona, y ésta,
a la luz de la oscuridad de tu alma

donde amarte y tenerte en uno solo
me despertaban de mi sueño,
me despojaban de tus mentiras,
me alejaban de tus “te quiero”,
confirmaban la soledad oscura

de un amor que no lo fue tanto,
y de unas caricias que llegaron
tarde en el viaje mágico a un destino
de miradas grises, donde el añorarte
y el desearte eran un desafío a la vida.

Me despierto y te sigo soñando,
sintiendo el sabor y el aroma de tus besos,
la soledad de tu persona y el vacío en mi cama…

Y sintiendo, tristemente, el vacío de unas
palabras que me susurran calladamente
que sin ti, ya no somos nada.


© Isidro R. Ayestarán, 2007
www.isidrorayestaran.blogspot.com – NOCTURNOS

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