Antología «MAYORES SIN REPAROS». Por Rafael Borrás

Antología "MAYORES SIN REPAROS". Por Rafael Borrás

Caminan juntos, apoyados el uno sobre el otro. Literal, apoyados. Porque, bajo la luz mañanera del ventanal, observamos claramente cómo él es el bastón de ella y ella el de él. Llevan toda la vida apoyándose el uno en el otro, años atrás para mantener a la familia, ahora para mantenerse en pie. Tienen suerte, han llegado juntos a esa edad en la que, si es duro observar cómo vas dejando atrás posibilidades que antes te eran accesibles, lo es muchísimo más si tienes que enfrentarte a ello en soledad.
En una residencia de Mayores se cuentan con los dedos de una mano las parejas de residentes. Cuando ingresan casi todos han perdido la compañía de su vida. El apoyo. Y mal que bien se soporta vivir sin amor, no sin compañía. O no se debe. O nadie es o ha sido tan mala persona como para merecerlo.
Reflexionaba en la presentación de nuestro libro de relatos sobre los Mayores que saber envejecer es la obra cumbre de la sabiduría. De la misma manera que al dar paso el crepúsculo a la oscuridad nocturna comienzan a alumbrar el cielo estrellas invisibles de día, al ir cumpliendo años deberíamos mantener la suficiente sensatez para percibir otra clase de luces. Esas que aparecen ante nosotros cuando se ha esfumado el brillo de las grandes aventuras laborales, de los propios logros, del orgullo por el progreso de los hijos. De tantas cosas. Y las hay.

Antología "MAYORES SIN REPAROS". Por Rafael BorrásHablamos de una fase de la existencia a la que cualquiera desea llegar en razonable buen estado físico y mental. No para sufrirla, sino para vivirla con la mayor plenitud y la mejor disposición.
De ella tratan los treinta y tres relatos, encabezados por otras tantas ilustraciones, de nuestra antología Mayores sin reparos. Un prólogo sobre el tema, delicioso y optimista, de Rosa Montero, descorcha el paginado. En el libro hay pocas compasiones y muchos sentimientos: deseos, alegrías, sueños, afanes y certidumbres, consuelos y desconsuelos, ilusiones y esperanzas, la preocupación ante los inevitables achaques, acaso aliviados por nuevas amistades o actividades creativas… Encontraréis la realidad del Mayor, en definitiva, anclada en la riqueza humana y en el atractivo caudal de su experiencia.
Quiero agradecerle a mi colega de letras y excelente amiga Dies Irae que aportara aquí, en un texto reciente, el punto de vista como autora de uno de los relatos. Es un agradecimiento personal que está por encima de la simple confección de su texto, ya que trabajó con entusiasmo desde el inicio para reunir el número necesario de autores y dibujantes. La colaboración del grupo Generación Bibliocafé ha sido también providencial.

Antología "MAYORES SIN REPAROS". Por Rafael Borrás

Mi óptica nace de otro ángulo, la del patrono impulsor del proyecto.
La fundación sin ánimo de lucro San Antonio de Benagéber rige la residencia del mismo nombre ubicada en la comarca del Camp del Turia de Valencia. Se inauguró en 1979 y en la actualidad acoge a sesenta y ocho ancianos con enfermedades crónicas graves o elevados grados de dependencia. La subvención del Gobierno Valenciano no cubre la totalidad del coste para mantenerla. En el patronato hemos de concebir docenas de actividades para completar el presupuesto y garantizar así la calidad de atención a los residentes. Este libro es una de ellas. Nuestro siguiente proyecto es crear doce plazas dirigidas a personas de edad avanzada con recursos misérrimos y que no logran acceder a la subvención del sistema público por no tener todavía una salud lo suficientemente maltrecha. La antología será una inestimable tarjeta de visita para proponer a empresas valencianas que bequen estas nuevas plazas.

Antología "MAYORES SIN REPAROS". Por Rafael Borrás

Pincha en la imagen del libro para acceder al formulario de pedido.

El libro podéis comprarlo a través de la web de la residencia. 280 páginas. 15 euros más gastos de envío.

Siempre he pensado que ayudar al Mayor no es un acto de caridad ni de misericordia, mucho menos de compasión. Es un acto de justicia: nos han dado todo, y todo se lo debemos. Ellos, en cambio, no nos deben nada. En todo caso, ese anciano que camina abrazado a su cónyuge para no caerse le debe al otro la incalculable fortuna de una vejez compartida. Insisto, tienen suerte.

Rafael Borrás

Rafael Borrás



 


5 comentarios:

  1. Una estupenda iniciativa colaborativa Rafael. El acercamiento a los mayores , caudal de conocimiento y experiencia, debe ser siempre desde el respeto, el cariño y por supuesto toda la ayuda merecida.
    Enhorabuena por este libro solidario a todos los que participan en él y a los que colaboren con su aportación.

    • Rafael Borrás

      Agradecido a vosotros por difundirlo, por hacerlo visible.
      Una persona mayor, sobre todo si también ha llegado a un alto grado de dependencia, es alguien con el que a bastante gente le resulta difícil relacionarse. Y para sentirse felices, a ellos casi siempre les basta con que se les escuche.

  2. Elena Marqués

    Un hermoso proyecto al que le deseo la mejor de las suertes.
    Un beso.

  3. Decía el actor australiano Michael Williams:
    «El que cuenta un relato da ser a un mundo con su palabra.».

    Cuando donamos nuestras Letras para una causa como ésta… la satisfacción, la ilusión y el orgullo son inenarrables…
    He colaborado en varias Antologías pero no creo que, junto con Ilusionaria III y mi payasete Nicolette (2012), haya una publicación que me regale más felicidad que mis «Mayores sin Reparos»: pequeñas e humildes historias que relatan las vivencias y emociones de «Personas Grandes». Pero sobre todo mi entusiasmo se balancea en la infinita imaginación de los cuentos de indios y «vanqueros» de mi abuelete «sin reparos» preferido: don Garcilaso Blasco Abellán 😉

    Un abrazo a todos, uno especial para Mauro Guillén, el editor que ha hecho este sueño posible y otro enorme a mi querido amigo Rafael Borrás, inventor, gestor y pergeñador de todo el lío 🙂

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