PE-Nº4-Hambre, Victoria, Guerra y Muerte. Por Viento Guevara

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Una mano de un niño toca un frío cristal de una ventana empañada, en una cabaña situada en un bosque. En él escribe, con sus dedos, las dos únicas palabras que le ha enseñado su madre en inglés y alemán; “Peace” y “Frieden”, ambas significan paz. Es la tarde de nochebuena de 1941 y los ojos del joven se pierden en la oscuridad total que anticipa a la noche. El pequeño Adalbert parece intuir que algo se acerca más allá de la escasa penumbra, que arrojan las velas de la diminuta casa de madera, que comparte con su madre. Situada en la errante frontera entre Polonia y Alemania.

Unos lejanos pasos se acercan en su dirección. Tres hombres perdidos en una guerra, se acercan a su casa buscando calor y alimento. Las pupilas del niño se dilatan y su oído se agudiza cuando intuye tres formas entre los árboles. Tiembla pero mantiene la  sangre fría y no grita. Se resigna cierra los ojos y apoya su cabeza en la ventana esperando que la puerta suene o sea derribada. El pánico le hace concentrarse y convertirse en los sonidos que escucha; se convierte en el sonido de unos nudillos helados que golpean la puerta, después en silencio por segundos eternos, para convertirse finalmente en los valientes y firmes pasos de su madre. La puerta se abre. Adalbert se tira al suelo y se tapa los oídos cantando para no oír nada. Se levanta y encuentra a su madre sonriendole mientras pone la cena a tres harapientos soldados del ejército americano con caras cansadas y sonrisas perfectas que lo saludan.

La improvisada y humilde cena de nochebuena es muy feliz para todos; confortable e inesperada para los soldados y de alivio por estar a salvo una noche más para Adalbert y su madre. Todo parece perfecto, de un extraño modo que solo es capaz de elaborar la casualidad o el destino. Cada una de las cinco mentes viaja en silencio, se marchan a ese lugar donde vamos con la imaginación cuando la conciencia quiere descansar.

Un golpe seco y fuerte hace que todos vuelvan a la realidad; a una guerra sin sentido, a un mundo más oscuro que la noche y a un miedo más doloroso que la pena. Dos Soldados alemanes entran con sus armas apuntando. Los americanos se ponen en pie y sin pensar apuntan con sus pistolas. La mujer rompe a llorar gritando en silencio, sabe que va a morir, todos van a morir. Una cabeza mira desde abajo a todos, no llora pero a sus 9 años ya ha perdido toda su inocencia. Tiembla pero no de miedo esta vez, tiembla de ira, de dolor, de no haber conocido más que miseria, guerra, hambre, muerte por soldados que buscan una victoria que no existe para un líder que no conocen y unos países que nunca sabrán sus nombres. Adalbert se acerca a los soldados y con toda la longitud de sus brazos roza los fusiles y pistolas hasta que consigue que le apunten a él. Los cinco hombres están nerviosos, el más mínimo movimiento sospechoso los hará disparar. Adalbert los mira con sus armas apuntándoles comienza a llorar sin emitir ni un sonido y grita: Frieden Peace!! Frieden Peace!! hasta que el llanto y los gritos lo dejan sin aire y cae al suelo. Los soldados comienzan a llorar. Estan exhaustos, hambrientos, cansados y llevan meses sin ver a sus familias. Dejan caer sus málditas armas y corren a abrazar al valiente pequeño.

Durante esa noche lo reconfortan, le hacen regalos y pasan una nochebuena que jamás ninguno olvidará. A la mañana siguiente todos se despiden con una sonrisa agridulce sabiendo que no volverán a verse y con ese pequeño en sus retinas.

Cena de nochebuena  de 2015, un anciano de 83 años pasa sus últimos meses de vida ,en su casa, rodeado de su familia. Sentado en su mesa sonríe mientras pierde la vista en la oscuridad que hay más allá de su ventana y piensa en su mesilla donde conserva el mejor regalo que jamás le han hecho  cinco viejas felicitaciones firmadas por dos alemanes ,tres norteamericanos y las mujeres e hijos de todos ellos.

 
 

16 comentarios

  1. Viento, me encantó conocerte y comprobar que somos lo que escribimos. Destilas sensibilidad en tu forma de ser y en tus palabras. Tu relato fue desde el principio uno de mis preferidos y me alegra mucho que los dos tengamos una estatuilla que nos recuerde. Te auguro y deseo un gran futuro. Un beso.

    • Muchas gracias Laura, el tuyo me encantó desde la primera vez…Seguimos en contacto. Será un placer recibir noticias

  2. Me ha gustado mucho, precioso.

  3. Gracias por vuestros comentarios de verdad…os doy un abrazo con letras a los ojos

  4. Good luck! y Viel Erfolg!, Viento Guevara. Enhorabuena por haber llegado a la final. Un abrazo.

  5. Una historia de reconciliación cuyos protagonistas no son los que deberían, sino aquellos que les enviaron al enfrentamiento. En cualquier caso, una bonita llamada a la paz y el entendimiento entre pueblos. Un saludo.

  6. Los niños… Nos pueden sacar de quicio en ciertos momentos y en otros llegar a salvar nuestras almas 😉

    Suerte, Viento Guevara 🙂

  7. Es muy bueno increíble hacerme sentir algo tan intenso con tan pocas líneas!! Me gustó mucho mucho

  8. M e E n c a n t a!!!!!!!

  9. Cuantas veces la habré leido?? 30?? Me encanta!! Escribe un libro!! Seré tu mayor fan!!! :))

  10. Joder una gozada!!bien escrito buen ritmo buena historia la compro!

  11. Frater muchas gracias!
    La verdad es que con la infoxificación(intoxicación de información) que estamos viviendo me es imposible saber de que foto hablas y cuantas habré visto como me describes. Estamos anestesiados frente a imagenes fuertes de pornografica violencia. A muerte y a injusticia quizá las emociones en las que recorres un camino, un libro o una película son las únicas que nos salvan de la extinción a los contadores de historias.
    Un abrazo

  12. Me gusta mucho

  13. Muy bueno el mejor que he leído en el concurso

  14. Viento Guevara:
    El otro día, no sé si en facebook o en otro lugar de Internet, vi en una fotografía a un niño que estaba siendo apuntado con armas pegadas a su rostro. No leí nada sobre ello, pues huí de una imagen tan dura. Tal vez es casualidad o tal vez no lo de tu relato, pero si esa foto te inspiró para escribirlo vayan mis felicitaciones. Has realizado un buen trabajo. Si no te inspiraste en ella, pues igualmente felicito.
    Mi enhorabuena.

  15. Me ha emocionado totalmente precioso y con una violencia lírica y a la vez bella que te deja roto

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