179-Un mejor cielo. Por Satie
Por fin he vuelto a mi tierra. Ahora que estoy de nuevo con tía Lucrecia, aquí en el camposanto, recuerdo cuando me fui. A últimos de diciembre harán ya dos años.
Por fin he vuelto a mi tierra. Ahora que estoy de nuevo con tía Lucrecia, aquí en el camposanto, recuerdo cuando me fui. A últimos de diciembre harán ya dos años.
Así, no temas. Déjate llevar. Todo irá bien. Tranquila, tranquila. Tan sólo quería besarte. ¿lo entiendes ahora?
Desde el balcón, Carlos veía alejarse la ambulancia que llevaba a su abuelo. Se desvaneció mientras lo afeitaban y el médico de urgencia aconsejó trasladarlo al hospital para hacerle algunas pruebas.
La tienda de antigüedades era una de tantas en aquel laberinto de 6.000 espacios de colores, olores y voces que componían el Gran Bazar de Estambul.
No paro de dar vueltas, de un lado para otro, entre estas sábanas impregnadas de un sudor frío y ácido; con un dolor de estómago intenso, propio de haber estado toda la noche vomitando hasta la última bilis;
Mis manos manchadas de sangre; fue lo primero que vi al abrir los ojos. Apenas podía respirar, mareado, desorientado, incrédulo por el milagro de seguir vivo.