(Recitado por Cobham)
Yo no puedo ganar este certamen.
Yo no digo las cuatro tonterías
que se me ocurren una noche insomne
y que sólo conciernen a unos pocos.
Soy demasiado bueno.
Únicamente trato de temas importantes
o acaso muy triviales;
no me pierdo en ambages infantiles.
Yo no voy a escribir: «tu cuerpo incierto»,
ni «el esbozo azafrán de la mañana».
Yo no puedo ganar este certamen.
No me avalan galones que acrediten
que he sido el menos malo en otros premios,
que ciegan a un jurado usando el viejo truco
del Nuevo Traje del Emperador.
Este verso es un verso endecasílabo.
Yo no tengo la culpa si no es alejandrino.
Puedo usar mi propio esquema
con acento en la tercera
y sinafía y sinalefa.
Puedo hacer lo que yo quiera.
Mas no puedo ganar este certamen.
No me gusta abusar del verso libre
tan de moda y de aplauso entre los críticos,
que a mí me resulta
tan sencillo,
ni voy a recrearme haciendo rimas,
pese a que puedo hacerlo -y esto es claro-
con idéntica dosis de descaro,
ni deben reprocharme la falta de poética,
porque puedo escribir -nadie se olvide-:
Siento, Yolanda,
que quiero estar contigo
todas las vidas.
Y podría seguir dando razones,
como puedo gritarlo en otro idioma,
mais toutes les langues seraient cette langue, al cabo,
porque el arte en el fondo no es la forma,
sino el fondo que brota de la forma,
aunque sea el mejor y lo demuestre
y el hecho se afiance verso a verso,
yo no puedo ganar este certamen,
yo no quiero ganar este certamen,
yo no quiero ganar ningún certamen.
III Certamen Poemas sin Rostro 2007