95- Segundo árbol. Por Campo de Azur

Segundo árbol

 

Un lodazal despótico
cuajó de desengaño
el pie del tronco huraño
que florecía, exótico,

de amores míos antaño,
contra el umbral caótico
e infirme; o quieto, amniótico;
o tuyo: amigo, extraño.

Vaciado estoy, sediento
y, ahora que al abandono
se le olvidó tu nombre,

repto sin elemento
—el aguacero a tono—:
mitad pez, mitad hombre.

 

 

Comparte con tus amigos.

2 comentarios

  1. Un sonoro sonetillo (por ser versos de arte menor, no es una connotación).
    Me gusta.

  2. Es solo un chango loco, desesperado por andar queriendo y ser querido.
    Profunda admiración por esa inocente locura.
    Gracias por este momento.

Deja una respuesta