A mi abuelo. Por Juan A. Galisteo Luque

 

A MI ABUELO

 

Otra vez se quedó solo,

en su sillón de recuerdos

con ruedas almidonadas.

Otra vez como otras muchas,

sintiendo noche tras noche

las estrellas,

y el dulce viento que silba

silencioso.

*

El cálido ambiente llena

su rostro de gran calor,

y su vida queda en pena

marchándose en el dolor;

ese dolor que penetra

dentro de su vida entera,

que surge de su quimera

y que le da tal temblor

que le encierra y desespera.

*

Allí está en su fiel sillón,

contemplando silencioso

detalles que en vida misma

nosotros no nos fijamos,

y sutil sus ojos miran

la mentira desflorada

que surge bajo su vida.

*

¡Hasta siempre! contestó

con un adiós peregrino.

¡Hasta siempre! murmuró

con ese gesto cansino

por los años, por la edad.
*

El ardor de sus adentros

mostraba en vivo el dolor

y sus ojos desprendieron

al momento, ese amor,

con lágrimas que prendieron

la verdad del sentimiento.

*

Son los instantes que enteros

permanecen en las vidas,

porque el sentir lo permite.

Ahora que la edad lo oprime

por sus años destructores,

él recuerda con temores

aquello, que de repente

lo reprime.

*

Te recuerdo y no te olvido,

jamás podría olvidarte,

porque sentir recordarte

es todo lo que yo pido.
*

Por eso debes saber

que permaneces presente,

en las vidas de las gentes

que saben reconocer.

Abuelo; ” hasta siempre”

***

 

Autor: Juan A. Galisteo Luque

Del libro: Café Boulevard

Derechos registrados y Blog del autor

 

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