Casa Ajsaris.
Quiero hacer aquí y ahora un verdadero y honesto cumplido sobre un lugar especial, artístico y sobre todo albaicinero que hoy me ocupa. O mejor dicho, nos ocupa. A ustedes y a mí, porque quisiera contar con todos los recursos en mi mano posibles para hacerles extensible mi peculiar fascinación por esta Casa tan singular que si bien tiene unas idílicas vistas privilegiadas a la Alhambra, no le tiene al conjunto monumental, se lo aseguro, nada que envidiar.
Si la Scheherezade del cuento de Las mil y una noches le hubiera relatado al sultán Shariar (que lo hizo como todos bien sabemos para poder conservar su vida a fin de que no la decapitase), las múltiples historias e intrahistorias asociadas a cada uno de los cuadros que cuelgan de las paredes de este icónico lugar, la CASA AJSARIS, que significa “Salud y Deleite”, el rey se hubiera quedado totalmente embelesado por la génesis y el relato de las mismas, porque cada cuadro cuenta con su propio relato. De ello da buena fe, el dueño de esta colección privada, don Juan Manuel Segura Bueno, nuestro particular Scheherezade, que nos desgrana a nosotros, meros visitantes, afortunados de serlo, cada hilo, cada detalle, cada envite, cada pelea de gallos, cada oferta a la baja, su primerísima adquisición que guarda fielmente en su memoria, cada pintor o escultor, todos ellos autores locales, aproximadamente unos 100 pintores granadinos, y subrayo lo de granadinos, de dignísima y honorífica mención, entre los que nombro -sin pretensión de subestimar con ello a ninguno porque todos merecen estar en la lista- a Gabriel Morcillo Raya, a José Carazo Martínez, a Mariano Fortuny Marsal, a Eulalia D. Higuera de las Rojas, a Aurelia Navarro Moreno, a Jose María Rodriguez Acosta. J.M. Segura nos señala a conciencia el cuadro por el que siente un particular cariño, apego y predilección, porque lleva consigo una dedicación a su persona en el contexto de una delicada salud del pintor, detalle particular que se aprecia en los trazos descuidados del cuadro mismo.
Hay mucho que contar y mucha tela que cortar en este mundillo del Arte. De primeras, ¿quiénes fueron los artífices de estos cuadros?. ¿Por qué la mayoría de los nombres se desvanecieron en las aguas del olvido?. ¿Quiénes los firmaron al pie? Y ¿a quién se lo dedicaron?. ¿Quién fue la dama retratada?.
En segundo lugar, ¿qué ocurrió con ellos?. ¿Se vendieron al mejor postor?. ¿Se mal vendieron?. ¿Se heredaron?. Cabe preguntarse a continuación, el periplo que siguieron cada uno de los cuadros y esculturas religiosas hasta llegar aquí. Lo cuenta como menciono al dedillo J. M. Segura que junto con Francisco Jiménez Rodríguez firman el prólogo al visual volumen titulado “Casa Ajsaris” y editado por la Asociación Granada Artística, en cuya portada el lector puede saborear la colorida, festiva y costumbrista escena de “Nochebuena en la aldea”, un impresionante cuadro de Francisco Soria Aedo de considerable tamaño. La contraportada la protagoniza “Esclavos” de Morcillo. Si no recuerdo mal, ambos cuadros reinan en el merecidamente llamado Santo Sanctorum de la colección privada de la Casa.
En una breve conversación que tuve oportunidad de sostener con el dueño, en mi primera visita que no única – porque espero y deseo tener más-, me confesó con rictus orgulloso que una persona había venido, aconsejada, expresamente desde Zaragoza, a visitar la Casa Ajsaris. Expresamente. Porque la Casa Ajsaris bien lo merece. Y el arte granadino también. Anótenlo: Bajo Albaicín, calle Zafra nº 10.
USUE MENDAZA
Si todavía tengo algo pendiente que descubrir y admirar en mi maravillosa ciudad, es la casa Ajsaris. Desde luego todos los comentarios que he recogido de quienes ya la visitaron han sido unánimes: no puede haber más belleza, esplendor y buen gusto recogidos entre esas paredes. Así que no tardaré en disfrutarlo y comprobarlo por mí misma. Quizá ese día coincida allí con la autora de esta entrada. Nada me gustaría más.
Mi queridísima amiga granadina, Mar; he de decir, que la primera persona que conocí al llegar a la ciudad de nuevas; gran persona en todos los sentidos que supo acogerme cuando toda era muy nuevo y muy distinto para mí y un poquito difícil en una Granada de pandemia. Pero dejemos atrás los malos tiempos que como le dijo don Quijote a Sancho, toda mala racha troca en una buena.
Mar, agradezco no sabes cuánto tu comentario. Tenemos pendiente una visita a la Casa Ajsaris. Ya estamos tardando.
Un abrazo muy fuerte.