El anciano se acaricia la larga barba blanca. Mientras lee la carta con timbre oficial frente a los espectadores, va cambiando alternativamente de color como un camaleón indeciso o enfermo. Hasta optar por un rojo encendido que no hace presagiar nada bueno.
ANCIANO:
Día de descanso, por Albert Gustaf Aristides Edelfelt
(Arrugando con furia el papel y lanzando la bola resultante lejos, con una energía notable para su edad.) Es infame. Un tipo como yo debería poder descansar finalmente. He cumplido con la sociedad. Después de tantos años de duro trabajo, me lo he ganado con creces. (Por un momento el enfado se convierte en abatimiento.) Y sin embargo ahora tienen la desfachatez de decirme que no hay dinero para nuestra jubilación, que tendremos que trabajar otras cuantas décadas más…. (De nuevo indignado, rezonga.) ¿Pero es que acaso un par de milenios largos no han sido suficientes? ¡Que uno peina canas desde hace siglos, y ya no está para estos trotes! (Con un fugaz gesto de dolor. Llevándose la mano a una rótula que ahora flexiona a modo de prueba.) Hace tiempo que se me resienten las rodillas cada vez que toca sobrevolar el océano. ¿Pero es que no entienden que determinados trabajos han de hacerse en plenas facultades físicas? (Resopla. Mientras se quita el batín y las zapatillas de andar por casa, reflexiona en voz alta.) Pues nada, de nuevo al tajo. Otra vez en danza todo el día, de arriba para abajo. (Visiblemente preocupado. Como si acabase de darse cuenta de un conflicto añadido en el que no había pensado.) Verás cuando se lo diga a los muchachos… (Queda frente al público, con las piernas abiertas y los brazos en jarra. En camiseta de tirantes blanca y boxer holgado de rayas, que resaltan aún más su vientre prominente.) Especialmente a Baltasar, con el genio que se gasta desde que, además, le retiraron la tarjeta sanitaria. (Viste despacio los suntuosos ropajes y se ajusta meticulosamente la corona. Sacude disgustado la cabeza.) Y encima éste se ha convertido en un trabajo de alto riesgo. Cruzando el espacio aéreo de Gaza, siempre te expones a que algún misil te deje seco. No sería la primera vez que nos tocase cambiar de camello. (Con gesto infantilmente malicioso. Frotándose las manos.) Sólo una cosa me consuela: si nosotros habremos de bregar todavía lo nuestro, qué no le quedará por delante a ese pipiolo en pañales de Santa Claus…
Ensimismado en sus pensamientos, ríe como un chiquillo que olvida su rabieta con un caramelo. Y, renqueante, sale del escenario arrastrando un saco un poco menos lleno que otros años. A mantener en pie, junto con sus compañeros, el improbable milagro.
Salomé Guadalupe Ingelmo
Premio Especial de Soliloquio Teatral Hiperbreve «Garzón Céspedes» 2013
Salomé Guadalupe Ingelmo
Salomé Guadalupe Ingelmo (Madrid, 1973). Formada en la Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, Università degli Studi di Pisa, Universita della Sapienza di Roma y Pontificio Istituto Biblico de Roma, se doctora en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. Miembro del Instituto para el Estudio del Oriente Próximo de la UAM, desde 2006 imparte cursos sobre lenguas y culturas mesopotámicas en dicha Universidad.
Ha recibido premios literarios nacionales e internacionales. Sus textos de narrativa y dramaturgia han aparecido en numerosas antologías. En la última década ha sido jurado permanente del Concurso Literario Internacional “Ángel Ganivet” (Asociación de Países Amigos, Helsinki, Finlandia) y jurado del VIII Concurso Literario Bonaventuriano (Universidad San Buenaventura de Cali, Colombia).
Publica asiduamente ensayos literarios, tanto académicos como de divulgación, en diversas revistas culturales y medios digitales nacionales e internacionales. De entre los últimos: “Literatura testimonial: justificación personal o voluntad de utilidad histórica. Dos testimonios de Sonderkommando en Auschwitz”, en Revista Destiempos (México) n. 42, Estudios y Ensayos, Diciembre 2014-Enero 2015, p. 50-86 (destiempos.com/n42/Ingelmo.pdf); “Casi once años sin Terenci Moix: la herida de la esfinge no cicatriza” , en Luz Cultura 24 de enero de 2014 (luzcultural.com/?p=306); “Dorian Gray ayer y hoy: Retrato del seductor sin edad”, en Revista Almiar - Margen Cero III Época Nº 74 / mayo-junio 2014, 14/05/2014 (margencero.com/almiar/dorian-gray-oscar-wilde)... Sus críticas de cine suelen aparecer en la revista digital Luz Cultural (luzcultural.com/?author=9) y en el diario Luz de Levante (luzdelevante.com).
Prologó El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde (Editorial Nemira, 2009).
Desde 2009 colabora ininterrumpidamente con la revista digital bimestral miNatura: Revista de lo breve y lo fantástico (servercronos.net/bloglgc/index.php/minatura), en la que han visto la luz sus microtextos de género fantástico, de ciencia ficción y terror. Ha sido incluida en Tiempos Oscuros: Una Visión del Fantástico Internacional n. 3 (especial monográfico sobre el estado actual del género en España; (servercronos.net/bloglgc/index.php/tiempososcuros/2014/07/04/revista-digital-tiempos-oscuros-no-3) y en varias antologías de la editorial Saco de Huesos. Un compendio de sus obras narrativas pertenecientes a los géneros de terror y ciencia ficción puede consultarse en la Biblioteca Tercera Fundación (tercerafundacion.net).
Más información sobre el resto de su producción literaria en sites.google.com/site/salomeguadalupeingelmo y salomeguadalupeingelmo.blogspot.com.es.
Un texto precioso. Tristemente humorístico, actual, crítico, tierno… Y con las palabras justas y adecuadas.
Para releerlo una y otra vez.
Enhorabuena, Salomé.
Muchas gracias, querida Elena. Quizá el humor sea una de las pocas formas de resistencia que queda a veces: otra de las parcelas de libertad que no hemos de dejarnos arrebatar. Abrazos.