Estoy sentada, en mi querida tumbona, con una taza de café en mis manos, y preparada para asistir a mi espectáculo preferido, LA PUESTA DE SOL, en mi Mar Chica (El Mar Menor) y por supuesto, en mi mente un deseo bien preparado, (ya que llevo tres días pidiendo el mismo). Porque todos sabéis que hay que pedir un deseo justo cuando el último rayo de sol desaparece en el agua.
Y en ésta paz casi celestial (diría mi madre). No sé ¿por qué? Me viene a la cabeza esa noche que desperté bruscamente y me deslicé por las sábanas hasta encontrarte y abrazarme fuertemente a ti, despertándote también. Me preguntaste- ¿Qué pasa?- ,- Tengo miedo,- té respondí, Y comencé a describirte mi sueño:- He soñado con unTren, un Avión y un Barco. Solamente son esas tres cosas sin sentido, pero, me ha desasosegado mucho,- Tú riendo no entendías ¿porqué ese miedo? Y con tu risa, (Tú preciosa risa) me dijiste,- ¡Menudo rompecabezas! Puesss… Ese sueño significa que si un día me dejas o te pierdes te buscaré por Tren por Avión o por Barco, como la canción de Adelita,- Pero no me dejaste tranquila, y mucho menos me quedé convencida. Me abracé mucho más a ti. Me quedé dormida sintiendo la seguridad de tus brazos y olvidando ese desconcertante sueño
Doy un sorbo a mi café. Y -¿Que curioso, que acuda a mi mente hoy ese sueño?
-. Y ahora, de pronto lo veo todo claro y comprendo mi desasosiego .Casualmente, te conocí en un Tren, conociendo la alegría y la dicha de vivir junto a ti (un ser maravilloso). A los cuatro años de conocerte, un Avión, te arrebató de mí en un trágico accidente. Quedando rota y con un sinfín de proyectos sin realizar. Y veinte años después de irte, en un Barco, va nuestro hijo. Ese hijo que tiene tú misma piel morena y esa gran valentía tuya hacia la vida. (Que tanto me hace recordarte). Va cruzando esos mares que me llena de orgullo y a la vez de pena, Cuando sé que está navegando por aguas bravas y amenazantes, produciendo esos tremendos temporales. Donde las olas son gigantes sin piedad y disfrutan haciendo pasar malos ratos a todos esos hombres de mar que tienen la mala suerte de encontrarlas, sufro y me hace pasar muchas noches en vela rezando por Él.
Siento dolor, casi físico, en mi corazón al tener ésta reflexión acerca de ese sueño, pero al mismo tiempo, siento tranquilidad, al poder haber ordenado ese tipo de “rompecabezas” que tenia por resolver.
¡Ah! Por cierto, ¡que tengo que pedir mi deseo! que está empezando a entrar el último rayo de sol en el agua,
Abro bien los ojos (para no perdérmelo) y pido con todas las fuerzas de mi corazón: DIOS DEL MAR, POR FAVOR, PROTEGE A MI HIJO, QUE ESTA NAVEGANDO CON UN FUERTE TEMPORAL.
Me apresuro a dar las gracias, por anticipado. (Por aquello de hacer más presión)
Coscobil Fernández
Coscobil, como me gusta esta historia… y esta puesta de sol.
Un beso
Un cuento precioso.
Saludos
Me encanta este cuento. Me hace tener muchos recuerdos que hace tiempo no tenía. Y a sentirme más cerca de mi mejor amiga.
Un beso
Preciosos recuerdos y precioso presente…