Mi padre
En días como éste, al que llamamos “Día del padre”, me gusta sacudir la memoria para recordarlo en sus mejores momentos. Mi padre ha sido una figura esencial en mi vida, por lo que me enseñó con su ejemplo y por lo que aprendí discutiendo y negociando con él desde niña, incluidas las salidas nocturnas, los modelitos sesenteros y hasta los estudios que debería seguir.
Con acuerdo o en desacuerdo, siempre estuvo pendiente de mis idas y venidas, vigilando a distancia a esta rebelde que jamás entraba por el aro a la primera, al tanto de mis necesidades, apoyándome en todos y cada uno de los buenos y malos momentos que, en los cincuenta y cinco años que tuve el privilegio de contar con su presencia, pudimos compartir.
Criado entre mujeres, al quedar huérfano de padre con seis años, tenía una especial sensibilidad con el alma femenina, pero sí era exigente con la capacidad de razonar, exponer y defender un argumento. Se encargó de que aprendiera y aceptó que le venciera a veces. Su consejo era siempre un referente necesario para mí, un punto de partida desde donde empezar a elaborar mi propio pensamiento. Después de escuchar mis conclusiones o decisiones, esbozaba una sonrisita de orgullo a pesar de que mis argumentos supusieran que tuviera que ceder, porque, en el fondo, estaba consiguiendo un triunfo. Yo sigo su ejemplo y sonrío cuando mis hijos me argumentan y tengo que aceptar lo que proponen, porque, en ese tipo de derrotas, sabes que estás ganando la batalla principal: que piensen por sí mismos.
También me enseñó que la única inversión rentable en la vida es la que se hace en honestidad y en personas inteligentemente buenas: la primera te permite sentirte bien contigo mismo y la segunda poder compartirlo con franqueza y alegría.
Podría contaros muchas cosas más, pero esto es lo que ha ido surgiendo. Sé que ahora no está conmigo aquí, pero yo lo recuerdo hoy y lo haré cada día de mi vida.
Era mi padre y lo adoraba.
Brujapiruja
Os dejo la entrada que escribí en este mismo blog pocos días después de que nos dejara en el año 2006:
FRUTOS
Quienes tenemos la suerte de contar todavía con nuestros padres dando la batalla no sabemos en realidad lo que seguimos ganando. Si precioso es este recuerdo, conmovedora es la entrada de 2006: poesía que brota directamente de un corazón hermoso y agradecido.
Un beso fortísimo.
Pues disfrutalos Elena. He vivído muchos momentos difíciles pero cuando parte un ser querido al que has estado muy unida, el recuerdo es un consuelo siempre.
Gracias por tus palabras, eres un amor.
Besos
Bonito día para compartirlo con nosotros. Ojalá que algún día mi hija, y ahora mi hijo que nada aún en el vientre de mi esposa, hablen así de mí. Un abrazo, amiga.
Bello y tierno homenaje. Un abrazo.
Estas cosas me emocionan mucho Luisa. Cuánta ternura demuestran algunas cosas.
Un abrazo inmenso.