El éxito. Por Usue Mendaza

El éxito

El éxito

 

   Había tenido siempre una idea compositiva y fragmentaria de su vida. Su disciplinada y preparatoria infancia, su adolescencia hecha a la medida de una jovencita preparada desde niña para ser exitosa, su madurez profesional asentada en sus tres pilares fundamentales: seriedad, rectitud y trabajo duro. Trabajo que le había valido para romper ese anhelado techo de cristal. Todo sumamente ordenado y previsible. Nada accidental o sujeto arbitrariamente al azar. Todo aquello que fuera susceptible de resultar desprogramado, desconocido o caprichoso, lo rechazaba sin más miramientos por parecerle una cuestión de lo más risible.
En lo personal, la cosa cambiaba y no me refiero al hecho de que no tenía una vida personal programada y ordenada, en sí ella era, en todos los sentidos, el orden personificado. Me refiero a la interiorizada y equivocada idea de que su éxito laboral compensaría otros vacíos. Para no sentirse imbuida por el silencio y el aburrimiento, sobre todo en la época estival, sinónimo de vacaciones, seguiría acudiendo a los simposios anuales. Ya había recibido la atenta y esperada invitación de la Clínica Universitaria; eso sí, esta vez era de obligado cumplimiento llevar acompañante lo que le ponía en una difícil tesitura. Se corría el rumor, bastante constatado entre sus subordinados, que le iban a otorgar el Premio a la Excelencia Médica en el Trabajo. Pero no podría acudir ella sola.
Pensó en seguida en opciones que iba celosamente descartando. Su tía estaba en Bali. Su madre pasaba el verano en un balneario de Biarritz. Su hermano acababa de ser papá y bebía los vientos por su bebé. Y para de contar. Su mente no vislumbraba más opciones. Tendría que ser realista. Acudiría más sola que la sombra que deja un ciprés alargado en un cementerio. Al fin y al cabo, pensaba, como bien solía asegurarle su padre, siempre que una mujer vuela alto, tiene más pronto o más tarde, un precio que pagar. Leería el discurso de bienvenida repasado hasta la saciedad, recibiría el homenaje más importante que siempre es el que te hacen en vida, recogería el ansiado premio y escucharía los merecidísimos aplausos  de todos los desconocidos que llenaban la sala. Y sin embargo, no podría dar las gracias a nadie que le resultase aunque sea un poquito cercano. No podría compartirlo como la ocasión bien merecía. No aceptaría, de un tiempo a esta parte, la imposición paterna de pagar un peaje tan elevado por hacer lo que siempre le había gustado: trabajar. Como La Paloma del poema de Alberti, su padre también se equivocaba. Él nunca creyó que sería paloma en el mar. Que si los amigos, unos farsantes. Que si el éxito laboral de su hija, su propio dorado. Se equivocó la paloma. Se equivocaba. Él descansaba en su tumba. Ella viviría en «su cima» o en la cumbre de una rama alta a punto de caer al suelo.

USUE MENDAZA

Blog de la autora

 

 

Usue

Nace en Vitoria-Gasteiz en 1975. Titulada en Secretariado de Dirección por la Universidad de Deusto, Bilbao (1993-1996). Siempre ha sentido curiosidad por el mundo cultural pero a sus 33 años despierta especialmente un enorme interés por la Poesía y por la Literatura. Con el Liceo Poético de Benidorm, de la que fue integrante, participa, además de en numerosos recitales por toda la provincia de Alicante, en la Antología VOCES EN AZUL con la Editorial Germania. Ha colaborado en el libro antologado DEL SILENCIO AL TEATRO DEL PARNASO, disponible en Amazon, en homenaje al poeta modernista hondureño Juan Ramón Molina, amigo de Ruben Darío. Acompañada por el gran cantautor Luis Eduardo Aute entre otros poetas españoles, están también sus letras en la Edición Virtual de Agosto de 2013 en DOS POEMAS Y UN CAFE, Boek Visual. Escribe asiduamente reflexiones, relatos, artículos etc, para Canal Literatura y para su blog usuemendaza.wordpress.com. Actualmente reside y trabaja en la ciudad de Granada.

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