El latido de mi corazón.
Percibo el latido de mi corazón.
Late y en cada latido vibro con su fuerza. ¡Trabaja para mí! Sin él yo no podría vivir.
Recapacito y le doy las gracias
Percibo estos ojos que me muestran las hermosuras de la vida y también las cosechas muertas.
Recapacito y le doy las gracias.
Percibo mi cuerpo entero que me hace sentir la sensación de moverme, de correr.
Mis piernas me sostienen.
Mis brazos son mis tesoros y alguna vez, además de ejercer su función, se cruzan ante mi pecho y me abrazan.
Percibo mis sentimientos y mi humanidad, y entre ellos un maremágnum de tendones, de huesos, de fibras musculares, atentos todos al proceder mental.
Percibo esa totalidad que soy participando vida física a través de los sentidos, de las palabras, de las percepciones, de los sentimientos…
Y después de este engranaje maravilloso que somos, viene como Luz encendida, la consciencia, los sentimientos, los sentidos … uniendo cada uno en una Totalidad, atenta al proceder del pensamiento.
¡Somos un Milagro!
Y nos cuesta tanto creer en los milagros…
¡Que dura es la vida cuando no sabemos analizar tantas maravillas que encierras y tanto trabajo sincronizado en tu cuerpo, para que todo sea!
Cuidemos nuestro Cuerpo, nuestra Alma, y vivamos felices aunque lleguen un día las desdichas.
Formamos parte de la Vida y esta envuelve Luces y Sombras. Pero no olvidemos que la Luz, Es y la Sombra está para recordarnos lo poco que somos si deja de Alumbrar… ¡La Vida!
Celia Álvarez Fresno
20-01-2023