Son jóvenes, menores de treinta y cinco todos ellos (y ellas), son escritores y, concretamente, poetas. Premiados y antologados previamente unos, inéditos otros,todos comparten las páginas de la antología poética que, bajo la coordinación de Jesús Maroto y editada por la Consejería de Cultura de C-LM, se presentará esta tarde, a las 19,30 horas, en la Fábrica de Harinas. Participan en ella los escritores albaceteños Mercedes Díaz Villarías, Lucía Plaza, Coché López, Matías Miguel Clemente, Modesto Ballesteros, David Martínez, Julián Cañizares, Pablo Carrión, Miguel Úbeda y José Manuel Martínez.
El Día de Albacete conversó con cinco de ellos en torno a las siguientes preguntas: ¿Por qué la poesía? ¿Qué ventajas expresivas presenta frente a otras disciplinas artísticas y/o literarias? Ante el estado de las cosas literarias, especialmente para los escritores jóvenes, ¿cómo valoras estas iniciativas? ¿En qué modo beneficia, si lo hacen, a los autores presentes?
Mercedes Díaz Villarías explica que “la literatura es una pregunta al tiempo y el espacio. Esto es extensible a cualquier disciplina artística. A veces es una indagación sobre el ser y la identidad. A veces huye despavoridamente ante las ideas “ser” e “identidad”. Es la manera torpe que tiene el ser humano de reflejar las tensiones entre lo animado y lo inanimado. Carece de utilidad. Es admirable que siga viva a través del esfuerzo y el riesgo de quienes insisten en publicarla. Siempre ayuda. Todo es mensaje. El mundo es equívoco. Y la creación, su insignificante juego”.
José M. Martínez
Por su parte, José M. Martínez incide en que “la gran ventaja de la poesía es su esencialidad rítmica, una suerte de cosmovisión del lenguaje en la que de manera sustancial se da luz a lo más hondo del sentir humano” y señala que “Este tipo de iniciativas, como es la elaboración de una antología poética, sirve para encuadrar a una serie de autores que generacionalmente se encuentran unidos. Una antología poética nunca recoge a todos los que son, pero, de acuerdo con el criterio del antólogo, se muestran las voces más representativas. El beneficio que obtienen los poetas antalogados es el de darse a conocer y el de plasmar ante el público la ideología de sus respectivas poéticas”. José M. Martínez acaba de terminar su primera novela, con una temática “existencial y nihilista”, en proceso de edición.
Miguel Úbeda
Para Miguel Úbeda la poesía “no tiene ninguna ventaja expresiva, en comparación con otras disciplinas. Tiene las mismas que las demás, solo que es más barato comprar una libreta y un boli que un caballete y pinturas. Creo que se puede decir exactamente lo mismo en un poema que en una novela, en una obra de teatro o en un cuadro”. En cuanto a la presente antología, destaca que “la intención está clara, dar una muestra cuanto más amplia mejor de los autores jóvenes que hay –o que al menos tienen algún tipo de vinculación- en C-LM. El modo creo que es el adecuado, aunque hay cosas manifiestamente mejorables. Otra cosa es que el resultado global se ajuste a las aspiraciones concretas de quienes hemos participado en la antología de algún modo u otro. Lo veremos con el tiempo” y añade que “Para quien tenga aspiraciones de literato insigne creo que esta es una buena opción para hacer relaciones sociales y que su nombre vaya sonando por los círculos literarios de donde sea. Supongo que habrá otros para los que eso no sea necesario y se contenten con que les hayan editado bien los poemas y no se hayan equivocado al ponerles el nombre. Y habrá algunos a los que salir o no en las antologías les importe un pito”.
Modesto Ballesteros
La opinión de este poeta albaceteño es concisa y clara: “Inmaduros es, en contra de la opinión de varios de los autores que esta antología recoge, un título perfecto para esta obra maestra de la chapuza cultural-publicitaria y de relleno de presupuestos. Inmaduros somos, así, artistas y público, que quedamos bajo la tutela de una administración que no nos considera adultos para acceder a una vida cultural ‘adulta’, es decir, sensata, madura, formal, seria y completa. Inmaduros, tanto, – deberían saberlo – como para no poder cuidar las maneras: ¡vaya mierda!”.
Matías M. Clemente
Por su parte, Matías M. Clemente se manifiesta con rotundidad y claridad: “Esta iniciativa concretamente no la valoro, ya que está hecha precisamente sin valorar el trabajo de los poetas, no sólo de los antologados. Cuando una cosa se hace para salvar la cara ante una carencia flagrante de iniciativas literarias reales para los jóvenes, carece de sustancia criticable. En el trabajo de un antólogo, como en el de un traductor, como en el de un sociólogo se ha de notar, no un criterio, pero sí un trabajo de fondo.
Además de no cuidar los poemas, aparecen cortados, gente que confiesa que hasta ahora sólo escribía prosa, poemas primerizos…no lo digo yo que soy muy pudoroso, lo dice gente que la ha leído y de la que me fío mucho, por no hablar de la crítica que hizo José Luis García Martín. Más que las ausencias, que se notan ( Ana J. Gonzalez ‘Aswad’, Luis E. Cauqui, qué sé yo…) se nota la frialdad y la prisa. Esta Antología se presentó en la Feria del libro de Madrid; ¿lo sabía usted? Yo tampoco. Invitaron a Angela Vallvey”.
Pan para hoy, hambre para…
¿En qué modo beneficia, si lo hace, a los autores presentes?Así lo ve Matías M. Clemente: “Beneficiaría si previamente los autores castellano-manchegos hubiesen tenido un apoyo previo, y por tanto posterior, si los autores tuviesen un lazo hacia una institución que saben que los puede ayudar con la difusión de sus obras, con la edición, con la participación en los proyectos. Sin embargo eso no es así. No voy a decir que estamos desamparados ya que la creación es un acto solitario para empezar y además la gente sabe buscarse las castañas, pero no se puede pretender que los poetas vean en la Junta un apoyo porque hayan publicado una antología que coge a los poetas como lo haría un entomólogo con los bichos y encima nos llame inmaduros. El trabajo hay que hacerlo diariamente, no se puede hacer un certamen cada año premiando apenas 150 versos de un poeta y cada siete una antología. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. ¿Le han mandado a usted la antología? A mí tampoco”.
“Como decía, la creación literaria es un acto solitario, pero eso no quita que las instituciones no tengan una obligación con la cultura, consumimos cultura, la exigimos porque la pagamos y además los autores hacen cultura. Es una de las pocas parcelas de las que la administración se puede nutrir de manera más sencilla: el que no escribe, hace teatro y el que no, tiene una página web o una asociación. Hay otras comunidades con las parcelas bien acotadas, como Andalucía y el Centro Andaluz de las Letras, de la fotografía, de la pintura etc. Los autores no somos pedigüeños ( y ahora sí que me incluyo ) pero la cultura de un lugar no la hacen los políticos, ni los decretos, ni siquiera las subvenciones, la hacen las personas que consumen y crean. En las antologías siempre hay gente que falta; así fue con Generación Fanzine o con Mar Interior”.
Ricardo Pérez Hernández
(Publicado en El Día de Albacete 04/12/07)