INOCENCIA
Al silencio de la noche
la luna llorando estaba;
a sus pies dormía una estrella,
que con su luz alumbraba
sus ojos tristes de plata.
¿Qué tienes?, -le preguntó
un ángel que se acercara,
¿quién sabe de qué celeste
e iluminado sendero?-
La luna le contestó:
Se me ha caído a la tierra
el velo blanco de novia,
que me regalara el sol
la noche de los luceros.
-Ya entiendo, -el ángel la dijo-
Al no existir ya conciencia,
con él han hecho una capa
todos los niños del mundo,
salvando así su inocencia
de la maldad de los hombres.
¡No llores luna!, al instante
confeccionaré un vestido,
de algún cometa perdido,
cubriéndolo de brillantes.
El ángel marchó y la luna
vestida de blanco velo,
se levantó de su cuna,
en la inmensidad del cielo.
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Juan A. Galisteo Luque
Del libro: Café Boulevard
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Imagen: Gentileza Fotos Pixabay.