Las acacias.Por Juana Fuentes

Las acacias

Existe una tierra donde reinan las acacias,
criaturas de belleza torcida y silenciosa
cuya espalda acaricia cada día la luz
de una yema anacarada y difusa.

El horizonte nos invita, al atardecer,
a una danza de fuego.
Un árbol se curva persiguiendo los corales
de una moneda que, apresurada, se descuelga.
Parece despedirse de ella o tal vez rogarle
que  no tizne con su marcha la tarde.

En la mañana la acacia insiste en reclinarse
como anegada en un lamento fiel y continuo,
anticipo del dolor que cada tarde inunda
sus ramas cuando el sol comienza a abandonarla.

Las acacias, como los humanos, adelantan
con absurda nostalgia el dolor ante la marcha
-que presienten- de todo lo grato que una vez
pudo ser el artífice de cualquier sosiego.

© Juana Fuentes

4 comentarios:

  1. Hola. ¡Qué bonito el poema!
    he estado investigando sobre las acacias…he encontrado
    que ahuyentan la mala suerte y predominan en Australia y en Africa.
    Usue

    • Gracias, Usue. Me encanta que te guste. Estos árboles tienen una belleza inusual. Podría mirarlos durante horas sin cansarme.
      Un abrazo.

  2. Precioso paralelismo, los versos finales me han dejado pensativa. Espero, como dice Ussue, que den buena suerte.

  3. Querida Luisa: un enorme placer que te haya gustado. Siempre. Y gracias por tus buenos deseos.
    Un beso.

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