Mar del Olmo : «Me veo difícil de clasificar».

Autora de «45 días por año» y «El mito del chiringuito»

Mar del Olmo

 

A Mar del Olmo (Valdepeñas, Ciudad Real, 1968) el humor le sale tan natural como hablar sin tapujos de las situaciones más disparatadas que la vida le reserva a una mujer en plena madurez. Y no son pocas, porque, como ella misma asegura, parece que ser mujer y sobrepasar la cuarentena exige un ejercicio de afirmación de cara a los demás y a una misma que puede resultar agotador. Charlamos con ella sobre estos temas y sobre El mito del chiringuito, la continuación de las aventuras de Ana, protagonista de su anterior novela, 45 días por año.

Alguna vez has comentado que tu intención cuando comenzaste a escribir 45 días por año era escribir algo muy triste, pero que te salió una parodia. ¿Crees que el mejor caldo de cultivo para el humor es el drama?

No sé si atreverme con una afirmación tan categórica, pero sí pienso que el humor nace siempre y cuando sepas reírte un poco de ti mismo, de tus circunstancias, sean buenas o malas. No tengo muy claro que en medio de un drama alguien sea capaz de encontrar una nota de humor, pero probablemente sí cuando se ven las cosas con perspectiva.

Lo que en su día te parecía la mayor de las desgracias puede transformarse en un buen chiste con el paso de los años.

 

45 días por año

45 días por año

¿Es más difícil hacer reír o hacer llorar?

Personalmente soy de lágrima fácil y me cuesta reírme de cualquier cosa. Me parece más sencillo hacer llorar porque hay temas universales que tocan el corazón humano y te obligan a empatizar con el sufrimiento ajeno.

El sentido del humor es más personal, cultural e incluso regional, por lo tanto, es más complicado dar con la tecla que consiga hacer reír a un mayor número de personas.

La vida en general va muy deprisa, pero ¿más todavía en el caso de las mujeres?

Creo que sí. Por cuestiones internas y externas. Externas porque no nos han puesto las cosas fáciles y parece que tenemos que demostrar mucho más para llegar al mismo sitio que un hombre. Internas, porque también nosotras nos hemos impuesto unos estándares casi imposibles de conseguir.

Y tanta imposición, tanta obligación hace que la vida se te escape entre los dedos sin darte cuenta. Y una mañana te levantas y al mirarte al espejo eres consciente de las señales que tanta exigencia ha dejado en tu piel en forma de arrugas.

Aparte del plano existencial, las hormonas también juegan en contra del equipo femenino.

¿Eres de esas escritoras que guardan muchas historias en el cajón?

Solo tengo una en el cajón a medio escribir. Hace tanto tiempo que la empecé que ahora sería incapaz de terminarla. Soy de las que inician historias y a veces las dejan, sobre todo si no es el momento de escribirlas.

Supongo que soy demasiado impaciente como para quedarme con una criatura a medio construir sin saber si llegaría a ingeniero espacial…

¿En qué género catalogarías a tus libros?

¡La gran pregunta! Creo que son difíciles de catalogar. ¿Existe un género real life? Porque, en el fondo, es solo eso, la narración de la vida real, de hechos cotidianos que a cualquiera podrían pasarle, pero con unas ingentes dosis de humor.

El mito del chiringuito es una continuación de las aventuras de Ana, tras 45 días por año, y en ella monta incluso su propio negocio familiar. ¿Qué parte de tu propia experiencia profesional hay en este libro?

Bueno, en El mito del chiringuito la familia se traslada a Cádiz para regentar un negocio sin tener ni idea. Una mala decisión. Sin embargo, he de reconocer que, en medio de mi crisis de los cuarenta, en lo relativo a lo laboral, me planteé dejarlo todo y regentar un hotelito rural en algún lugar del Cabo de Gata. Pero yo tuve la suerte de tener una muy buena amiga que me quitó la idea de la cabeza porque conocía a varias personas que habían perdido ahorros y pareja recorriendo el mismo camino que yo quería empezar a andar.

Yo he dejado mi trabajo para escribir y trabajar como correctora de obras literarias de terceros. Estoy loca, pero no tanto como Ana.

 

El mito del chiringuito

El mito del chiringuito

 

¿Cuál crees que es el punto fuerte de tus historias?

Hablar bien de uno mismo puede parecer soberbia en nuestro entorno, así que diré la opinión de mis mejores seguidores. Lo primero que dicen es que soy políticamente incorrecta y que esa postura se agradece en un mundo tan impostado.

También dicen que la identificación de mis personajes con personas reales es muy fuerte. Todos creen reconocer a algún conocido en algún personaje.

Y sobre todo el humor ácido. Ese que reivindica y critica situaciones desiguales o incorrectas desde el humor. Porque en un momento histórico tan difícil, que la crítica venga desde el humor se agradece mucho.

¿Te planteas escribir en otro género?

Pues de momento voy a cambiar completamente de género. Estoy escribiendo una novela con un protagonista masculino y que nada tiene de chic lit.

Nunca me he sentido 100% identificada con la clasificación de mis novelas en ese género, así que tampoco siento que lo abandono. Me veo difícil de clasificar.

 

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