12-MOLINOS DE VIENTO. Por libélula

Microtextos a concurso en el Premio Especial 2009

Toda su vida había transcurrido allí; en el pequeño pueblo de calles empinadas y casas blancas,bajo la eterna vigilancia de sus majestuosos molinos de viento.
Carmen y Rafael pasaron por la infancia sin apenas tocarla. La guerra civil se encargó de ello. Sollozaban con el sonido de la metralla y corría a refugiarse en alguna cueva.
Se conocieron más tarde mientras hacían cola para recibir la porción de pan que les estaba asignada.
Llegaron al matrimonio con una carga virtual de esperanzas mientras la realidad les ofrecía penurias y escasez.
Poco a poco la vida mejoró y consiguieron comprarse una pequeña casita. Carmen alumbró a dos miñas y un niño. Mientras ella en casa se ocupaba de criarlos, Rafael salía todos los días al asomarse el alba a labrar los campos de su amo. Soportando los tórridos veranos y las picaduras de los tábanos y,los crudos inviernos donde los dedos de los pies se le paralizaban.
Así eran felices; veían crecer a sus hijos y no le pedían nada más a la vida.
Un día, sentados uno frente al otro,se asombraron del transcurrir del tiempo. La ley de la vida los había vuelto a dejar solos, igual que cuando empezaron. Solo que ahora, el futuro había menguado considerablemente.
Llegaron años apacibles donde se acentuaron las caricias, las miradas amorosas y la ternura. Años en que la soledad les hacía refugiarse con nostalgia en los recuerdos preservados como piedras preciosas dentro de sus almas.
El deterioro físico de Carmen decidió a los hijos para llevarlos a una cómoda y bonita residencia; más la escasez de plazas los obligó a separarlos. Cuando llegó el momento y Rafael y Carmen fueron conscientes de ello, se abrazaron tan fuertemente que sólo a través de la fuerza pudieron desprenderlos.
Carmen veía marcharse al hombre que había compartido 60 años de su vida; y ahora que ésta se terminaba, se lo arrebataban.
Pocas veces habían salido del pueblo; allí sufrieron pero amaron en mayor medida. Los molinos de viento pueden dar testimonio de ello.

libélula

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