Cartas a Elizabeth
Primera carta (14 de febrero de 2016)
¿Te imaginas, amor, salir de esta realidad jugando como niños? ¿Te imaginas un mundo donde seamos libres y nuestro amor no sea un pecado? Pues yo lo hago cada minuto.
Te amo tanto que no sé cómo expresarlo. Siento tantas cosas por ti que no sé cómo escribirlas.
Creo que lo que siento por ti va más allá de lo ordinario y normal; y que este mundo no está hecho para nuestro amor. Las personas dicen que tengo un comportamiento extraño, y es verdad, pero solo soy así porque no puedo dejar de pensarte.
Hace unos días, cuando aún era invierno, con un frío que me hacía extrañar tus abrazos, me encontré con una señora en el parque, que me vio sonriendo solo, y me dijo:
–¿Tanto la amas, que hasta estando solo te hace sonreír?
Yo le contesté:
–Ella vio cosas que yo no veía en mí. La amo desde el primer día ya que ha sabido cómo armar perfectamente el rompecabezas de mi corazón.
Ella me dijo:
–Por tu mirada sé que su amor es verdadero, y que burlará cuanto se les atraviese en su paso, ya que un amor así te ilumina el alma desde el primer instante.
Antes de irse, la tierna señora me dijo:
–Tienes una clase de amor que no se encuentra en cualquier lado. Ese tipo de amores es como un suave revolotear que te quita el sueño y se adueña de tu soledad. Veo en tu mirada que en tu corazón está tatuado su nombre y deliras por ella. Amor como lo sientes tú le hace falta al mundo para alumbrar personas y traer felicidad. Ahora me despido, pero sigue pensando en esa jovencita, porque, si es amor sincero, en cualquier lugar que esté, ella debe estar haciendo lo mismo…
Ronny Vera