Cedric puso un espejo frente a otro espejo. Se quedó viendo la imagen reflejada infinitas ve-ces… tantas, que el postrer reflejo visible se diluía en un manchón. Entonces escribió la histo-ria de un hombre que escribía la historia de un hombre que escribía la historia de un hombre que escribía… Antes de caer vencido por el sueño, la última palabra legible le pareció una mácula difusa. Pero no pudo sopesarlo demasiado… Se durmió profundamente y soñó con un hombre que soñaba con un hombre que soñaba con un hombre que soñaba con un hombre que soñaba…
Isabel Ali
Está muy bien tu historia, me recuerda a Alicia y el País de las Maravillas, la paradoja del sueño del rey y de Alicia.
Os invito, de paso, a visitar mi blog, https://celestenoesuncolor.hazblog.com/index.htm , que trata de literatura desde un enfoque diferente.