Cosas que nunca escribiste. Por Anita Noire

Antes creía que este era el comienzo de tu historia. La memoria es una cosa rara. No funciona como yo creía. Estamos ligados por el tiempo. Por su orden.
La llegada

Encontrarte después de los años y reconocer en tus ojos los juegos perdidos de la adolescencia tardía. Intentar retenerte en la pupila, con el pelo cano y el rostro marcado por los años vividos, es el anhelo de los pocos días que me quedan. Desde hace meses las noches son más largas que nunca; los días, un suceder de tiempo sin retorno. Aun así, puedo escuchar tu voz disimulada entre las idas y venidas de un sueño espeso que me vence a última hora. Y duermo, entre las entretelas de lo que aún recuerdo, volviendo a los años pasados, ahí donde nada ha cambiado, donde la mano podía alcanzarlo todo aunque fuera mañana o tal vez pasado. Volver ahí donde la sangre era sangre, tus brazos mi casa, y la sonrisa un permanente constante.

Anita Noire

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