¿Dónde viven?
El cepillo vive aquí, en el vasito de muñecos del cuarto de baño. Cuando termino de lavarme los dientes, lo ´guarro´ en su casa.
Tengo una tortuga que se llama Cheli y vive en un plato con agua. Mamá dice que le compraremos una casa nueva, porque los platos son para comer. Mis juguetes viven en el baúl y las zapatillas en el armario; hoy las dejé tiradas en el salón y mi perro se las llevó en la boca, por eso han pasado la noche en la terraza y se ´ponieron’ tristes.
Estuve una semana en casa de los abuelos de Córdoba. Hacía mucho calor y nos fuimos al campo, donde había una piscina y campo. Allí, las hormigas viven en su agujero y el Becan en su caja de perro. Mamá llamó para preguntar si me porto bien y le dije que no, que no le hago caso a la abuela y que me hice pipí en la cama. Ella dijo que si no soy buena ya no me voy más a Córdoba, entonces le ayudé a la abuela a guardar las cosas en sus casas: el cuaderno de pintar vive en el cajón de la cocina, las pinzas de la ropa en el tendedero y la leche en la nevera. Encontré una pelota que vivía debajo de la cama y estuve jugando con ella en el patio.
He vuelto a casa en el coche de papá, que él le llama ‘El huevo’, con la sillita de paseo, la maleta, las bolsas, el cajón de mi perro y unos dulces para mamá. Guardamos el coche en su casa, que es el garaje. El Becan se quedó en Córdoba porque tiene este ojo malo: es que le arañó la Chispi. Le dije a mamá que la abuela me había dado muchos besos y que me dijo que los guardara hasta la próxima vez que nos veamos. ¡Anda! ¿Y los besos dónde viven?
Texto y foto: Mercedes Martín Alfaya
Blog de la autora.
Es genial ver la vida desde los ojos de un pequeño.
Muy bueno 🙂
un abrazo
Susana, un placer compartilo contigo. Cierto, el mundo desde los ojos de un niño, algo a tener muy en cuenta.
Besos risueños.