El adiós que nunca quise pronunciar
A las 16.00h de la tarde de un viernes cualquiera, podría llamarte y preguntarte si vas a volver. Quizá te diría que te echo de menos, y que dudo mucho que encuentre otros labios como los tuyos, que aún sigo enamorada de ti y que me ames como entonces.
Podría pedirte perdón por este tiempo de ausencia, por no estar preparada para enfrentarme a ti en general y a mis sentimientos hacia ti en particular. O quizá preguntarte si aún piensas en mí, si me cierras tu puerta para siempre o la dejas entreabierta.
También me gustaría ir a tu casa, sorprenderte y hacerte pensar. Sugerirte que ya no te acuerdas de lo que era hacerme el amor y recordártelo.
¿Sabes? Podría hacer todo esto y más. Se dice que si de verdad quieres a alguien, debes luchar y poner todas tus armas en combate. Pero sé respetar las decisiones, sé comprender el significado de un «Ya no te amo» y sé respetarte. Por eso no lo hago.
Así que aquí, hoy, te digo que me has hecho la persona más feliz del universo, que te voy a estar eternamente agradecida, y que espero que encuentres a otra chica que te haga el doble de feliz que yo, que no esté tan lejos de ti, que te dé unos Buenos días más dulces que los míos y que te cuente curiosidades más curiosas que las que te solía contar. Deja que te cuide y déjate cuidar, ama sus sonrisas y su aroma y no la descuides. Ante todo, te deseo lo que me has dado, pero multiplicado por 2.
Eres una buena persona, y mejor novio. Estaré aquí siempre aunque ahora no te lo esté demostrando, pero así te lo prometí un día.
Yo, aprenderé a vivir sin ti. Llegará un día en el que cambiaré el añorarte por recordarte y sonreír. Alguna que otra noche, abriré esa caja que te contiene, para encontrarme de frente contigo, y permitiré que se me escape alguna lágrima de pura nostalgia.
Pronto pasaré página y dejaré de escribir sobre ti, aparcaré el escuchar la música que nos unía, me volveré a enamorar y cogeré sin miedo el libro que le regalaste a la historia, para llenarla de expresión, y leeré.
Puede que ni leas ésto, hacía tiempo que mis escritos ya no te ayudaban a conocerme, pero te dejo estas palabras, que aunque te sorprendan, no pueden ser más sinceras, porque han brotado.
Y aquí derramo la última gota de miel…
Nieves Sánchez
Una idea que me gusta, reconciliarse con lo que no depende de nosotros y aceptarlo quedandose con lo que nos deja de bueno.
Algunas cosas como «que te cuente curiosidades más curiosas» deslucen, pero ánimo, todo se va aprendiendo
Muchas gracias Salomé. Lo tengo en cuenta.